TIME WARP

Chispazos en la Auditoría porteña por el control de las habilitaciones en Costa Salguero

El PRO y la oposición discuten si abrir una auditoría especial por la fiesta electrónica o si se ajustan al plan anual, que no contempla a la Time Warp. Una auditora de Yacobitti, clave en la disputa.

La reunión habitual del Colegio de Auditores de la Auditoría General de la Ciudad que se realizará este miércoles no será una más: la oposición al PRO propondrá “ampliar” el período de investigación de los controles de habilitaciones de eventos en el complejo Costa Salguero hasta el primer cuatrimestre del 2016, con el objeto de incluir en el trabajo de auditoría a la fiesta electrónica “Time Warp”, donde fallecieron cinco jóvenes producto de la ingesta de drogas sintéticas. También, analizan iniciar un informe que se dedique especialmente a la tragedia.

 

El oficialismo no está dispuesto a conceder ese pedido de prórroga  ni a comenzar una nueva investigación porque, según advierten, el organismo aprobó a principios de año un plan operativo que únicamente se circunscribe a los eventos realizados durante el 2015. “La oposición pidió estirarlo pero la verdad es que no tiene ningún sentido porque no corresponde hacerlo así”, justificaron fuentes del PRO.

 

Para el oficialismo, la Auditoría “no investiga, no es una fiscalía”. En ese sentido, explicaron que el organismo autónomo porteño “audita ex pos”, por lo cual no se puede iniciar una auditoría sobre un evento coyuntural, sino que se debe cumplir a rajatabla el plan de auditoría sobre concesiones y habilitaciones diseñado durante los primeros días del año corriente. “Se quieren montar a una tragedia”, bramó una auditora oficialista. “La oposición pidió estirarlo pero no corresponde hacerlo así. Nunca se hizo así. La Auditoría no fiscaliza, hace una auditoría. No investigamos. Suena más a una operación mediática de la oposición”, rugen los auditores oficialistas.

 

En la oposición no coinciden y motorizan “ampliar” el período de auditoría hasta los primeros cuatro meses de 2016 o bien impulsar una nueva auditoría sobre la “Time Warp”, aunque los auditores del PRO sostienen que eso es imposible.  La última opción sería la que se presentaría este miércoles, durante la reunión del colegio de auditores que se desarrollará a las 15.

 

“Hay muchas contradicciones entre lo que declaran los funcionarios y lo que manifiestan los testigos, por eso es fundamental hacer una auditoría que aclare todos los puntos oscuros”, sostuvo la presidenta de la Auditoría, la camporista Cecilia Segura, mediante un comunicado.

 

“Tendrían que leer de vuelta la Constitución porque la Auditoría audita ex pos. Estamos auditando los últimos tres años de gobierno de Mauricio Macri”, se defienden desde el PRO.

 

Según pudo saber Letra P, la insistencia de la oposición en auditar la habilitación y los controles en el complejo de costanera responde a que Costa Salguero no se audita desde el año 2002.

 

Es cierto que la Auditoría presenta un plan anual que luego es aprobado por la Legislatura porteña, pero puede haber “excepciones” de informes que están habilitadas por el reglamento interno del organismo. Esto permite, aseguran en la oposición, la realización de auditorías “pos”, que no se ajustan al plan anual y permiten avanzar sobre hechos coyunturales, como podría ser la tragedia en la “Time Warp”. Hay un antecedente: en 2013 el organismo de control se salió del libreto y se inmiscuyó en la polémica por el aumento de la tarifa del subte propuesta por el Gobierno porteño y la empresa Metrovías. Esa investigación detectó “irregularidades” y declaró “incorrecta” la tarifa técnica diseñada por el PRO y la concesionaria del servicio de subte.

 

Entonces, la oposición avanzará este miércoles con la posibilidad de poner en discusión la realización de una auditoría “pos”. Bajo esa postura se agrupan los auditores Cecilia Segura y Hugo Vázquez, del Frente para la Victoria, y Facundo Del Gaiso, de la Coalición Cívica.

 

En tanto, los macristas Victoria Marcó, Jorge Garayalde y María Raquel Herrero apuestan a que el reclamo opositor naufrague. La votación quedaría empatada, por eso todas las miradas se posan en la radical Mariela Coletta. Vinculada al presidente de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, la auditora ingresó gracias a un acuerdo entre el PRO, Martín Lousteau y parte del radicalismo porteño.

 

En la última sesión de la Legislatura del 2015, el bloque de diputados que responde al economista y al secretario de Hacienda de la UBA (SUMA +) fue clave para la sanción del primer presupuesto de Horacio Rodríguez Larreta. Ese mismo tres de diciembre se votaron las nuevas autoridades de la Auditoría, consenso que se logró entre el macrismo, el peronismo y este sector de ECO.

 

Además, para que ingresara Coletta al organismo autónomo, fue clave el “renunciamiento” del ex diputado Oscar Moscariello a su lugar reservado en el edificio de Avenida Corrientes. El dirigente de Boca dejó de lado sus aspiraciones para que se destrabe la aprobación del Presupuesto 2016. Meses después fue confirmado como embajador argentino en Portugal.

 

El acuerdo entre Lousteau, Yacobitti y el PRO tuvo impacto en otras dependencias estatales porteñas: Federico Saravia fue nombrado titular del Consejo Económico y Social y Gastón Leonardo Rossi es vocal del Banco Ciudad.

 

La postura del Gobierno porteño

 

En la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aseguran que el operativo desplegado por la Agencia Gubernamental de Control (AGC) durante la previa a la “Time Warp” fue “correcto”. También, consideran que la rápida presentación de su titular, Matías Álvarez Dorrego, en la Legislatura porteña para dar explicaciones alcanza como “primer paso” y ahora es tiempo de esperar una resolución judicial.

 

En la administración de Rodríguez Larreta desestiman los reclamos del Frente para la Victoria y la izquierda, que pugnan por sentar en el Parlamento al alcalde para que brinde explicaciones por la tragedia. Estos pedidos de interpelación aún no tienen apoyo en toda la oposición, algo clave para que puedan avanzar.

 

Como informó este medio, el jefe de Gobierno se encontraba en Estados Unidos al momento de la tragedia. Viajó en el primer vuelo hacia Buenos Aires, se puso al frente del Comité de Crisis y visitó a las víctimas alojadas en el Hospital Rivadavia. De todas formas, luego retomó su agenda internacional y su primera aparición pública para hablar sobre el tema fue el lunes, durante un acto en Villa Luro.

 

En ese evento anunció que no dará permisos para nuevas fiestas electrónicas hasta que sea sancionada una ley “para reducir daños y riesgos” en eventos como la denominada Time Warp. El expediente aún no ingresó al Deliberativo porteño.

 

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