Buenos Aires

La ruptura en Diputados revela las divisiones del peronismo bonaerense

Detrás de los 13 que armaron bloque propio se ubican intendentes y jefes territoriales. Ferraresi, Mussi y La Cámpora apuestan a la vuelta de CFK. Otros tienen línea directa con el vidalismo.

La división del bloque de diputados del Frente para la Victoria, dejó en evidencia una ruptura mayor, la que sostienen hoy los integrantes de este espacio opositor.

 

La vuelta de Cristina Fernández a la escena política, y a la provincia de Buenos Aires, puede haber sido un punto de inflexión, aunque sucedió sobre un mapa donde las diferencias ya estaban trazadas.

 

Detrás de los 13 diputados que armaron bloque propio, con la jefatura del legislador, Walter Abarca, se pueden observar las figuras de muchos intendentes, y de ex funcionarios de peso territorial.

 

Se ubican en este grupo, los jefes comunales del conurbano, Martin Insaurralde ( Lomas de Zamora); Gabriel Katopodis (San Martín); Juanchi Zabaleta (Hurlingham); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Verónica Magario (La Matanza). Del interior, Juan Pablo de Jesús (La Costa); Hugo Corvatta (Saavedra); Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar); Ismael Passaglia (San Nicolás). El presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y las figuras de alcance nacional, y viejos jefes territoriales, Florencio Randazzo (ex ministro del Interior y Transporte), y Julián Domínguez (ex presidente de la HCD de la Nación, y uno de los precandidatos a la gobernación bonaerense).También el actual diputado nacional, de licencia en su jefatura municipal de Cañuelas, Gustavo Arrieta.

 

Este sector, que apuesta a contener a todos los demás jefes comunales y dirigentes, no desconoce el liderazgo “conceptual” de Cristina Fernández, pero resiste la vuelta de la ex mandataria como “jefa política”.

 

A diferencia del ultra kirchnerismo, no se sienten ni cerca ni lejos de Sergio Massa, en tanto sean los gestores de la nueva etapa del peronismo.

 

En este grupo hay intendentes reelectos, que resistieron la derrota, y otros que lograron alcanzar su primer mandato. Por eso, coinciden en la necesidad de transitar el 2016 en formato de gestor, y tejer de forma subterránea la nueva estructura de poder.

 

La proyección esta puesta en las legislativas de 2017, donde apuestan a un reposicionar al PJ como único contrapeso del gobierno de Cambiemos.

 

En contraposición, se encuentran los intendentes que motorizan la vuelta de la ex mandataria, y apuestan a su figura como reconstrucción del armado de poder.

 

Jorge Ferraresi de Avellaneda, y Patricio Mussi de Berazategui son las caras visibles de este sector que en Diputados está representado por La Cámpora, y los ex jefes comunales, Juan José Mussi y Aníbal Regueiro.

 

Su posición es menos conciliadora y de mayor confrontación con el gobierno nacional de Mauricio Macri, y provincial, de María Eugenia Vidal.

 

También apuestan a 2017, aunque con la figura de CFK como candidata a Senadora nacional.

 

Quedan luego los diputados del movimiento Evita, Fernando “chino” Navarro, Patricia Cubría, Gustavo Di Marzio, junto al ex titular de la Cámara, Horacio González y Graciela Rego, que tienen línea directa con el gobierno de Vidal.

 

Para el Evita es importante el vínculo con el Ejecutivo, ya que precisa sostener los planes que alimentan su estructura. Esto no los ubica en un rol de aliados, pero si, en una postura diferente a otros sectores del Frente para la Victoria.

 

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