En tiempos de diputada PRO, Laura Alonso fue una de las legisladoras que fustigó con mayor vehemencia la intención de la entonces gestión kirchnerista de mantener en reserva ciertas cláusulas del acuerdo arribado entre YPF y la petrolera norteamericana Chevron. Sin embargo, la actual titular de la Oficina Anticorrupción (OA) dio un giro de 180 grados en su postura y reconoció que, por largo tiempo, habló sin saber: "Me informé mejor sobre el contrato YPF-Chevron y por eso cambié de opinión", espetó.
"Es importante tener conciencia de qué compañía es YPF. Los contratos de petroleras tienen cláusulas de confidencialidad. Hay secretos de tipo científico y tecnológico que deben ser resguardados para el desarrollo de este tipo de industria", lució su nueva postura la dirigente PRO para insistir en declaraciones a radio Continental: "las cláusulas de confidencialidad son habituales en los contratos de petroleras en todo el mundo y revelarlas podría ser grave".
Vale recordar que, en julio de 2013, Alonso había disparado con munición gruesa cargada de sospechas de corrupción detrás del intento de confidencialidad del convenio entre las petroleras: “El secreto no es la regla en democracia. El acuerdo con #Chevron empieza mal: no es público. Corre frío por la espalda, ¿no?”, apuntó por entonces vía Twitter.
Un año y medio después, cuando se conoció el fallo de la Corte Suprema ordenando a YPF brindar información sobre el acuerdo con Chevron, Alonso elogió: “Gran fallo de la Corte Suprema en favor de la transparencia y el derecho a la información. Bravo!”, para añadir con rabioso antikirchnerismo: “Tomemos dimensión de la importancia del fallo de la Corte sobre YPF-Chevron. Caen las caretas de la hipocresía K”.
Este posicionamiento fue reprochado por el periodista Nelson Castro quien, durante la entrevista, le reprochó: "Usted acusó a otros de corruptos por firmar ese acuerdo sin tener la menor idea de qué se trataba".
Durante la entrevista radial, la funcionaria aseguró que al llegar a la Oficina Anticorrupción estudió los argumentos de la compañía para no difundir las cláusulas secretas y se reunió con las autoridades de YPF. "Hay secretos de tipo comercial, científico y tecnológico que deben ser resguardados para de alguna manera favorecer las inversiones y el desarrollo de algún tipo de industrias y en este caso sería la del petróleo", indicó para hacer gala de su cambio de postura.
