Tras más de 20 horas de debate, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó este miércoles por la mañana el proyecto de ley que le da vía libre a la administración macrista para rubricar el acuerdo con los fondos buitre, derogando las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, al tiempo que lo habilita a endeudar nuevamente al país en el exterior, en este caso por U$S 12 mil millones con el objetivo de pagar otra deuda: la que no fue reestructurada en los canjes de 2005 y 2010. La iniciativa fue girada al Senado, donde el escenario es incierto.
Con 165 votos positivos y 86 negativos, el oficialismo consiguió el respaldo del massismo, el bloque Justicialista (referenciado en Oscar Romero y Diego Bossio), los interbloques Juntos por Argentina y Progresistas (encabezado por Margarita Stolbizer), más otras bancadas minoritarias que responden a diversos gobernadores que, sedientos de recursos federales y crédito externo, presionaron fuerte a sus legisladores para que respaldaran la iniciativa oficial.
Solamente rechazaron el acuerdo con los buitres los diputados del bloque del Frente para la Victoria, Libres del Sur y del Frente de Izquierda y los Trabajadores, en tanto que no se registraron abstenciones en la votación.
Esta información -como votó cada una- tiene relevancia histórica: en el futuro, será material indispensable para los cuando debates sobre el resultado y las consecuencias del endeudamiento -si el acuerdo fuese sancionado por el Senado, por supuesto.
Vale recordar que, hasta último momento, Cambiemos fue tejiendo el apoyo de espacios opositores no kirchneristas a partir de una serie de modificaciones con distintos sectores de la oposición.
Inseguridad jurídica. El presidente del bloque de diputados por el Frente para la Victoria, Héctor Recalde, advirtió que la propuesta del Gobierno para acordar con los holdouts "afecta a la división de poderes" porque fue dispuesta antes de pasar por el Congreso. Así, el legislador indicó que "la oferta realizada es tres veces mayor a la realizada con los acreedores" que adhirieron a los canjes de 2005 y 2010. Asimismo, sostuvo que el acuerdo plantea "una inseguridad jurídica no solo con los acreedores de 2005 y 2010, sino también los actuales".
Un problema de 14 años. El jefe del Interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri, confirmó que el acuerdo propuesto a los holdouts prevé una quita del "38 por ciento de interés", al tiempo que advirtió que la Argentina enfrentaba "un tema de alto riesgo por la situación de los bonistas de 2005 y 2010" que esperan el levantamiento de las medidas cautelares para poder cobrar. En su exposición, el legislador cordobés advirtió que "no venimos a sacarnos las ganas con los discursos, sino a resolver un problema que tienen la Argentina desde hace 14 años". Negri alertó que los fondos buitre "han sitiado a la Argentina judicial y financieramente" con la sentencia judicial que mandó al país al default.
El argumento massista. La jefa del bloque de diputados del Frente Renovador, Graciela Camaño, advirtió esta mañana que en la negociación con los holdouts el massismo "no" va a aceptar "ni apriete, ni amenazas, ni sugerencias", y resaltó que lo que se intenta es sacar "a la Argentina del Veraz". Al disertar en la sesión especial que se desarrolla en Diputados para aprobar el proyecto que habilita el acuerdo con los bonistas, la diputada massista recordó que "en 2014, en pleno conflicto con los buitres, nosotros fijamos la posición que hoy tenemos porque nos somos improvisados, venimos con la hoja de ruta del equipo del doctor (Roberto) Lavagna". "En ese tema nos vamos a aceptar ni aprietes, ni amenazas, ni sugerencias, que se plantearon en el discurso", resaltó Camaño, quien agregó que "estamos sacando a la Argentina del Veraz, estamos intentando pagar un juicio que perdimos".