A partir de este domingo comenzará a regir en la ciudad de La Plata el nuevo esquema de recolección de residuos habituales que tiene a su cargo la empresa ESUR. Con la incorporación de unas 2 mil cuadras y la flota de vehículos y camiones -muchos de ellos 0km-, el intendente Julio Garro le pondrá fin a un grave conflicto heredado de la gestión de Pablo Bruera.
El contrato rubricado entre la Municipalidad de La Plata y la empresa ESUR establece la ampliación del servicio entre un 10 y un 15% más del alcance que prestaba la empresa, según informaron desde la gestión local. Es que a las 18.500 cuadras se sumarán otras 2 mil, con la incorporación de 35 camiones, de los cuales 13 serán 0 km. También se incluye un sistema de fiscalización y control a cargo del municipio con multas en casos de incumplimientos por parte de la empresa, cuyo costo variará dependiendo la infracción. Todas las unidades contendrán GPS y habrá un centro de monitoreo para controlar las rutas, recorridos y horarios de los camiones.
Lo importante es que a este sistema de recolección de residuos no habituales se agrega la incorporación de los trabajadores de las cooperativas, luego de una capacitación previa. En este sentido, se confirmó que unos 150 cooperativistas se incorporarán a trabajar en el servicio de recolección de los residuos, siendo absorbidos de manera conjunta por el Municipio y la empresa Esur S.A.
El tema de las cooperativas englobaba un sistema poco transparente, que involucra al gobierno anterior. Lo que aseguran por los pasillos del Municipio es que las 95 cooperativas que administraban punteros e intermediarios elegidos a dedo por el intendente Pablo Bruera, sus hermanos Mariano y Gabriel, y el concejal Gabriel Céspedes, administraban fondos por casi 650 millones de pesos por año, de los cuales estiman que un 60% no iba a parar a los bolsillos de los trabajadores. De ahí la investigación correspondiente.
Políticamente y pese a las duncias por faltantes, el grupo bruerista pasó a silencio. Así los concejales Pedro Borgini, Lorena Riesgo y Silvana Soria junto a la diputada provincial, Valeria Amendolara prefieron alejarse al menos en lo público de los hermanos Bruera. No se sabe si por desconocimiento del tema o porque planean sostener el bruerismo sin Pablo Bruera. En la política platense corren versiones que los legisladores del ex intendentes pueden oficiar de "mascaron de proa" para el retorno a la escena de Bruera.
Según se informó en el mes de enero, y luego de haber saldado el pago de la deuda contraída por la gestión Bruera, se logró regularizar a los trabajadores y “eliminar a los intermediarios”, para de esta forma permitir al municipio tener una contratación directa, sin el habitual desvío de fondos a manos de los punteros que administraban las cooperativas de trabajo.
Durante el fin del mandato de Bruera, la ciudad de las diagonales se vio inmersa en una problema que se agravó con el correr de los días y que le ocasionó un sinfin de dolores de cabeza al nuevo intendente. Entre noviembre y diciembre, trabajadores de la empresa Esur se movilizaron una y otra vez al Palacio Municipal frente a plaza Moreno, en reclamo de una deuda de 250 millones de pesos que mantuvo la anterior gestión, impidiendo pagar los sueldos correspondientes.
Según denunciaron en aquel momento autoridades de esa empresa, la Municipalidad adeudaba alrededor de cinco meses por las tareas desarrolladas, al mismo tiempo que exigían el aumento salarial correspondiente al año en curso, el cual no estaba siendo cumplido.
Esta fue la herencia más pesada que le tocó recibir a Garro, quien además llevó a la justicia la situación con los salarios de los cooperativistas. En esa presentación judicial, el jefe comunal buscó saber si existió defraudación al Municipio por sobrefacturación, al constatar una diferencia de 37 millones de pesos mensuales entre lo que pretenden cobran los intermediarios y lo que efectivamente percibían las 5000 personas contratadas.
Esto, sumado a una segunda presentación judicial para que se investigue la falta de camiones, máquinas y herramientas de trabajo en las delegaciones municipales. Según pudo saber Letra P, se constató que 16 vehículos de trabajo diario desaparecieron en diciembre -entre los que se encontraban una cargadora frontal con retroexcavadora, una pala minicargadora, retroexcavadoras, camionetas, autos y tractores, por ejemplo-. Además, otra denuncia del director del área de vehículos oficiales detalla el "faltante y o compactamiento de otros 56 vehículos oficiales pertenecientes al Municipio y que oportunamente fueran requeridos al anterior secretario de espacios públicos de la comuna".
Sin todos estos vehículos, el sistema de recolección de residuos fue imposible de realizar de modo normal durante todo el verano. A partir de este domingo la situación se normalizará.