La actitud de Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, cerebro jurídico del PRO y uno de los asesores más cercanos al presidente Mauricio Macri, amenaza con romper el bloque de Cambiemos en el Parlamento del Mercosur, formado por 12 miembros.
Desde que Macri llegó a la Rosada, Rodríguez Simón se encargó de dejarle clara al Presidente su idea de paralizar el bloque argentino en el Parlasur, donde el Frente para la Victoria tiene amplia mayoría. Junto a Mariana Zuvic, parlamentaria de la Coalición Cívica y ladera de Elisa Carrió, Rodríguez Simón impulsa la idea de que los parlamentarios del Mercosur deben renunciar a su salario, hasta que el cuerpo legislativo funcione “de manera plena”, algo que ocurrirá recién en 2020.
Esto generó varios choques con las otras fuerzas que integran el parlamento y que exigen que se cumpla con lo estipulado por la ley de Presupuesto 2016, que establece que el jefe de Gabinete debe asignar la partida presupuestaria correspondiente a los legisladores. "Los derechos de los diputados del Parlasur son derechos adquiridos y su elección es irrevocable. Cualquier obstáculo sería inconstitucional", dijo al diario La Nación el representante del Frente Renovador en ese cuerpo, el constitucionalista Jorge Vanossi.
La ley 27.120, votada por el Congreso en diciembre de 2014, establece en su artículo 16 que los parlamentarios del Mercosur “serán asimilados en el derecho interno a los diputados nacionales” en cuanto a “inmunidades parlamentarias, regímenes remuneratorios, laborales, previsionales y protocolares”. Es decir, que cobrarán el mismo salario que un diputado nacional, algo que hasta el momento no sucede.
Pese a las quejas de la oposición, el oficialismo avanzó con su idea. “El Parlamento del Mercosur hoy está en una etapa de transición y no funcionará de forma plena hasta el 2020. No es ético que los parlamentarios cobremos un sueldo en este contexto”, dijo Zuvic el viernes, al anunciar su “renuncia” al sueldo y a los fueros del Parlasur.
La decisión de Rodríguez Simón y Zuvic no sólo generó enojo en las fuerzas opositoras sino hacia el interior del bloque de Cambiemos, donde ya se trenzaron en varias discusiones con las radicales Lilia Puig de Stubrin y María Luisa Storani.
Las diputadas no sólo reprochan la propuesta oficialista de trabajar ad honórem – al tiempo recuerdan que Rodríguez Simón cobra un sueldo como director de YPF-, sino que no quieren que Rodríguez Simón siga hablando públicamente en nombre de todo el bloque. “Se arroga una representación que no tiene y habla en nombre de todos”, protestan en la UCR.
La situación se tensó a tal punto que, en uno de sus últimos encuentros, Puig de Stubrin le comunicó a Rodríguez Simón que ya no hablaría con él y buscaría otros interlocutores dentro del PRO. Como si fuera poco, el radicalismo le factura que una torpeza propia posibilitó la elección de Jorge Taiana como presidente del cuerpo. Rodríguez Simón es, además, integrante del “ala jurídica” del Gobierno, amigo del Presidente y autor intelectual de la designación de los jueces de la Corte por decreto.
En plena crisis, los parlamentarios se volverán a ver las caras el lunes, en la reunión que mantendrá el cuerpo en Montevideo.