Este domingo, el presidente Mauricio Macri recibió en su quinta “Los Abrojos” a los integrantes de los Rolling Stones, quienes finalizaron el último sábado una serie de recitales en el estadio Ciudad de La Plata. Agasajando a los británicos con un asado, el jefe de Estado buscó que el encuentro, del cual participó su esposa Juliana Awada y su hija Antonia, se realice con marcado hermetismo y sin cámaras, marcando así diferencias con el proceder del mandatario que recibió a la mítica banda en 1995: Carlos Menem.
En aquel entonces, el riojano montó en la quinta presidencial de Olivos un comité de recepción, saludando para los flashes la llegada de los músicos con un traje color crema que no pasaba para nada desapercibido.
Al parecer, Macri buscó el perfil opuesto, concediendo la difusión de escasas fotos oficiales tomadas al finalizar la cena privada, la cual estuvo desprovista de medios y fans en las inmediaciones a la quinta ubicada en el distrito de Malvinas Argentinas.
Vale recordar que, días atrás, otro de los macristas que tuvo su mitin Stone fue el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien el viernes último charló con el cantante de la banda, Mick Jagger, en el cementerio de la Recoleta.
