Nueva batalla

Con la interna bonaerense en pausa, los intendentes PJ buscan retener la FAM

En la cumbre de Resistencia, se acordó negociar con Frigerio, la continuidad de Pereyra al frente de la Federación Argentina de Municipios. Temen la unidad de los alcaldes del PRO y la UCR.

"Me estás diciendo tibio. No te confundas, lo mío es ubicación, hace dos meses que ellos están gobernando", dijo, sin modificar el tono, el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra.

 

Le respondió a su par de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que le había cuestionado su postura "poco crítica" con el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires.

 

El contrapunto fue la única chispa que surgió en la cumbre de jefes comunales del PJ, que se reunieron el pasado miércoles, en Resistencia, en los pagos del actual alcalde, Jorge Capitanich.

 

Pero sirvió para dejar en evidencia la pelea latente que existe en el peronismo bonaerense, donde intentan convivir un sector hiperK, con uno que prefiere desenmarcarse de los viejos líderes, y apostar a la renovación.

 

Una pelea que no se expandió, gracias a las tareas de varios, entre ellos, el propio Pereyra.

 

En las próximas semanas se deben elegir las nuevas autoridades de la Federación Argentina de Municipios (FAM), y también los jefes de cada bloque político. Y la tarea podía incentivar las diferencias.

 

Por eso, se decidió, postular al intendente de Concordia, Enrique Cresto, como nuevo jefe del bloque federal de alcaldes del PJ. La figura del entrerriano, descomprime la interna de Buenos Aires, y le asegura, al menos al ala moderada del PJ, un joven “de diálogo”.

 

Sucede que Cresto, proviene de una familia histórica del peronismo entrerriano, y se ha destacado por su tono “conciliador”. Su padre, Juan Carlos, fue intendente de Concordia durante dos mandatos, su madre, Laura Martínez Pass, fue senadora nacional, y su abuelo, de quien heredó el nombre, fue gobernador de Entre Ríos.

 

Este equilibrio se completa con una de las cuatro vicepresidencias, que se le dio al intendente de Berazategui, el kirchnerista, Patricio Mussi, y la Secretaría General, a la jefa comunal de La Matanza, Verónica Magario, ubicada en el sector que propone la renovación.

 

Ordenada esa instancia, la mirada atenta se centró en un tema mayor, la necesidad de retener la presidencia de la FAM, con la reelección del actual titular, Pereyra.

 

Y a partir de allí reavivar la llama del peronismo a nivel nacional.

 

El temor de los jefes comunales, es que los alcaldes de la UCR y del PRO, configuren un bloque propio y peleen la presidencia de la Federación.

 

Rápido de reflejos, Pereyra ya inició la negociación con el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Ese tono moderado, cuestionado por el ultracristinista Ferraresi, podría resultar una adecuada melodía para los oídos del funcionario macrista.

 

De hecho, en Resistencia, se acordó un futuro con el ministro, y representantes del bloque federal de intendentes peronistas.

 

La FAM es una herramienta conveniente para los jefes comunales, si la saben aprovechar. De lo contrario, se convierte en una estructura burocrática vacía.

 

Hace años que Pereyra, aprovechando el liderazgo del peronismo a nivel territorial, convirtió ese espacio en un ámbito de poder, centrado en la provincia de Buenos Aires.

 

Pero ahora, él y sus pares, son consientes que el cambio de gobierno, modifica el tablero, y obliga a una difícil negociación.

 

Florencio Randazzo, Juan Schiaretti y Julio Zamora, una foto celebrada en el Panal cordobes.
Tridente. El intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, con sus dos secretarios, Mastropaolo y Boscarol. 

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