En un contexto de aguda crisis láctea, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) hizo un crítico análisis del panorama del sector durante el primer año de Cambiemos. Allí, desplegó una serie de cuestionamientos hacia el posicionamiento del oficialismo sobre este tema: “Luego de un año de anuncios y expresiones del Gobierno sobre la situación grave de la lechería, poco o nada se ha hecho para subsanar la preocupante situación que atraviesa uno de los sectores económicos más dinámicos del país”.
Al remarcar que “los funcionarios que asumieron la responsabilidad de conducir el área diagnosticaron mal, y actuaron peor”, la entidad ruralista fustigó: “Se explicó una y otra vez que en pocos meses los mercados se irían ‘normalizando’, aplicándose paliativos (subsidios) que resultaron una aspirina para un enfermo gravísimo que, de mínima, necesitaba una sala de terapia intensiva".
"Desaparecen tambos, los pueblos aledaños se empobrecen y el país pierde recursos y divisas".
Vale recordar que meses atrás y en diálogo con Letra P, el presidente de Carbap, Matías de Velazco cuestionó al Gobierno por ser “muy purista del libre mercado” advirtió que si el Estado no interviene, “el precio de la leche va a ajustar con la desaparición de más tambos”.
Sobre este punto se ahondó en el comunicado dado a conocer en las últimas horas: “Los tamberos que aún continúan en pie siguen percibiendo un precio que no alcanza a cubrir los costos. Se agudiza el proceso de destrucción del rodeo lechero nacional, de cierre de tambos y de concentración progresiva de la actividad. Desaparecen tambos, los pueblos aledaños se empobrecen y el país pierde recursos y divisas.
“Se explicó una y otra vez que en pocos meses los mercados se irían ‘normalizando’, aplicándose paliativos (subsidios) que resultaron una aspirina para un enfermo gravísimo que, de mínima, necesitaba una sala de terapia intensiva".
“Sin política lechera, y solo a expensas de las variables de mercado, será difícil encauzar la senda del desarrollo y el progreso sectorial. Más de un especialista advirtió que, en 5 años ‘normales’, Argentina podría estar produciendo 16.000 millones de litros, y exportando el 40% de ese volumen. De no cambiar el rumbo e implementar una política clara al sector, vemos con tristeza que nos encaminamos hacia una lechería de subsistencia, sólo capaz de abastecer el mercado interno”, alertaron.
Tras el comienzo de 2016 con una baja acumulada de un 30%, llegando el precio del litro de leche en tranquera al orden de los $2,50, Carbap advirtió que a este escenario se sumó “la devaluación del 70%, la suba del maíz del 150%, y más tarde adversidades climáticas con fuerte epicentro en Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, que lamentablemente posibilitaron la recomposición de precio a los productores que de otra forma difícilmente se hubiera dado”.
Ante esto, cuestionaron la postura de los funcionarios de Cambiemos: “Se dijo que el exceso de stocks de leche en polvo era el problema, y más tarde que el bajo precio internacional no permitía que se mejore el precio al tambero. Consideraron que el problema se iría resolviendo conforme se fuera recuperando el mercado internacional (y el local, por merma de la oferta consecuencia de las inundaciones). No se aplicó entonces ningún plan de contingencia para la grave situación, ni tampoco se implementaron medidas tendientes a corregir las distorsiones evidentes de una cadena láctea que sistemáticamente termina ajustándose por su eslabón más débil, que no puede ni trasladar costos ni acopiar producto”.
Así, Carbap reclamó a las autoridades "actuar con celeridad frente a esta grave situación para evitar que sigan desapareciendo tambos y perder una vez mas el tren del desarrollo en el que están subidos el resto de los países productores de leche".