El jefe de Gabinete del gobierno porteño, Felipe Miguel, encabezó este martes 29 de noviembre el segundo informe semestral de gestión que la administración de Horacio Rodríguez Larreta está obligada a cumplir, tal cual indica la ley de ministerios aprobada en 2007 durante la gestión de Mauricio Macri. El primero fue a mitad de año, cuando protagonizó un fastuoso despliegue en la presentación.
Durante siete horas de sesión, el ex City Bank brindó dos alocuciones y respondió preguntas de los diputados opositores, que le enviaron 2042 consultas vía correo electrónico. “Es humanamente imposible responderlas a todos en una alocución de una hora”, advirtió. En concreto, Miguel habló más de una hora porque el procedimiento de informe semestral así lo estipula. Todo comienza con una alocución de presentación de la marcha de gobierno por parte del ministro coordinador que suele durar 60 minutos, luego se da paso a los ediles opositores para que planteen nuevos o los mismos interrogantes y, por último, el funcionario porteño tiene otra alocución para responder esas consultas o agregar información a lo explicado en primera instancia.
Como se esperaba, Miguel hizo un repaso profuso y detallado del estado de la gestión área por área. Adelantó que la Ciudad incorporará 42 subtes con aire acondicionado antes de fin de año, que todos los chicos de 4 años “tienen vacante escolar asegurada”, que en 2017 se cubrirán más vacantes con la construcción de once escuelas, que las obras de infraestructura generarán 100 mil puestos laborales y que el distrito avanzará con el traspaso del Juego, entre los anuncios más destacados.
El turno de los opositores comenzó con el Frente para la Victoria y terminó con los monobloques. Las preguntas variaron según las bancadas pero los temas centrales se repitieron: hubo reclamos en torno a la gestión de Salud, Educación, la ejecución presupuestaria, desarrollo social, urbanización de villas entre otros.
Una vez culminado el momento de preguntas de la oposición, se pasó a un cuarto intermedio. Eran cerca de las 15 y la mayoría de los presentes estaba en el edificio de Perú 160 desde las 8 de la mañana, aunque no tan temprano como el catering de Bistró, que estaba apostado en el Salón Eva Perón y en el corredor que une los despachos de presidencia y vicepresidencia del parlamento desde las 7.
El almuerzo se extendió por más de 40 minutos y los diputados y funcionarios degustaron bruschettas con jamón crudo, calamares y empanadas de entrada, además de mousse de albahaca y pollo. Acto seguido, probaron cazuelas de pollo al curry y de ternera con papas rústicas, para luego pasar al postre: tartas de coco con posibilidad de café.
Terminado el cuarto intermedio, Miguel volvió al recinto para responder las consultas y ampliar la información vertida en el primer discurso, aunque bajó considerablemente la cantidad de interlocutores: de 50 diputados se pasó a 35 abruptamente. Algunos abandonaron la sesión especial y otros se fueron al Salón San Martín a la audiencia pública por la ley presentada por el Ejecutivo para correr la traza de la Autopista Illia y avanzar con la urbanización de la Villa 31, cuya normativa y reglamentación ingresó esta tarde a la Legislatura porteña y sería aprobada antes de fin de año. En paralelo, decenas de vecinos del asentamiento ubicado en Retiro, que por la mañana cortaron la arteria que comunica el norte de la Ciudad con el centro porteño, intentaban ingresar al edificio para participar de la audiencia.
El jefe de Gabinete llegó al recinto con hojas impresas con las contestaciones para la oposición. Esas páginas fueron llenadas con información que se redactó, corrigió y editó en el despacho del presidente de la Legislatura, Diego César Santilli, desde temprano copado por funcionarios del ministro coordinador y una sorpresa: la presencia de los jefes de gabinete de todos los ministerios porteños. Por eso esta vez no se vieron muchos titulares de cartera en la Legislatura ni integrantes del gabinete, a excepción de Fernando Straface (Secretario General), Juanjo Méndez (Secretario de Transporte) y Guadalupe Tagliaferri (Desarrollo Humano y Hábitat), que durante el receso protagonizó un jocoso cruce con el diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro. “Me dijiste Tagliaferro. Ese es Ramiro, el intendente de Morón”, le marcó, entre risas, la ministra al edil, que devolvió también con risas.
Las oficinas de Santilli quedaron colmadas de jóvenes del equipo de Felipe, que llenaron el salón de posters, llevaron dos televisores LED y seis computadoras. Entre todos, junto a los jefes de gabinete de los ministerios, diseñaron el compendio de respuestas a la embestida opositora, que finalmente duró menos de una hora y había poca presencia de diputados. A su vez, el ministro coordinador fue secundado en el recinto el secretario de Secretario de Planificación, Evaluación y Coordinación de Gestión, Fernando "Bana" Benegas, Florencia Tauz y Nicolás Merchensky.
En su segunda alocución, Miguel aseguró que "en la primera etapa" de la construcción de metrobus de la Avenida Paseo Colón (Metrobus del Bajo) no se verá afectado el colegio Isauro Arancibia, pero que "es una posibilidad" que en la segunda etapa la escuela se traslade a un edificio ubicado a 200 metros y que eso "no complicaría el ciclo lectivo". En ese sentido, adelantó que funcionarios del Ministerio de Educación, la Secretaría de Transporte y el establecimiento educativo mantienen reuniones semanales para consensuar esta situación.
A su vez, indicó que la Ciudad ha ejecutado el 70% del presupuesto actual y negó las denuncias de la oposición en torno a una reducción prespuestaria. Según explicó, con el traspaso de la Policía se engrosaron las partidas del Ministerio de Justicia y Seguridad y comparado con las partidas de otros ministerios pareciese que porcentualmente el resto de las reparticiones hubiesen sufrido reducciones.