LEGISLATURA PORTEÑA

Los K, el socialismo y Ocaña le aprobaron a Larreta la puesta en valor del Autódromo

La primera lectura de la ley superó los 40 votos necesarios, merced a un amplio acuerdo del PRO con la oposición. Los peronistas y los radicales se inclinaron por la abstención.

En agosto pasado, el Gobierno porteño presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley para “poner en valor” el deteriorado Autódromo “Oscar y Juan Gálvez”, un ícono de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires y de los fanáticos del automovilismo, el segundo deporte que más convocatoria tiene a nivel nacional. Dos meses después, tras un intento fallido, el PRO logró, gracias a los votos del Frente para la Victoria, el bloque de Graciela Ocaña y el socialismo, aprobar en primera lectura la iniciativa que Horacio Rodríguez Larreta exhibe como “catalizadora” de la Comuna 8, la más postergada del distrito.

 

Siete días atrás, el oficialismo debió guardar en la Secretaría Parlamentaria el expediente porque no pudo aglutinar los reclamos del kirchnerismo ni tampoco del bloque SUMA +, que comparten ediles de la Unión Cívica Radical y otros alineados con el embajador argentino ante Estados Unidos y rival de Larreta en las elecciones de 2015, Martín Lousteau. Ambos bloques se mostraron abiertos a discutir y apoyar la iniciativa del Ejecutivo, pero retiraron el apoyo horas antes de la votación.

 

La sesión del jueves 29 de septiembre avanzó y se aprobó una catarata de iniciativas, pero no se dijo una palabra del Autódromo. Tampoco se hizo alusión al proyecto “Parque de la Estación”, impulsado por el presidente del bloque K, Carlos Alfonso Tomada, y por el radical Marcelo Guouman. La ecuación fue simple: ni el FpV ni SUMA + quisieron acompañar la iniciativa oficial, por lo que el oficialismo escondió la iniciativa opositora que propone revitalizar la zona lindera a la estación Once de Septiembre, descuidada, sucia y oscura desde hace años. En los pasillos de Perú 160 se habló de "Ley del Talión". Otros, más diplomáticos, consideraron que el PRO retiró ese expediente porque es un “proyecto vinculado” al que se ofrece como renovación de otro sector maltratado de la Ciudad, el costado sur donde se encuentra el Autódromo.

 

Tras esa fallida negociación, el macrismo hirvió de furia con el radicalismo, a quien marginó de la discusión una vez que los mandamases del bloque adelantaron que se abstendrían. Se trata de un enojo temporal: en las próximas semanas, el oficialismo avalará a un hombre que responde al presidente de la UCR local, Emiliano Yacobitti, como reemplazante de la macrista Lidia Saya en la Defensoría del Pueblo, lugar del que la ex diputada emigró en diciembre con destino a la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR).

 

En tanto, el PRO volvió a estrechar lazos con el kirchnerismo, que, tras dos rupturas seguidas de bancada, encaró una extensa negociación: al tiempo que pidió una serie de modificaciones al proyecto original, reclamó la sanción de una batería de leyes propias. Necesitado de 40 votos, ante la confirmación de que el radicalismo y el flamante Bloque Peronista -escindido recientemente del FpV- votarían por la abstención, el macrismo aceptó la propuesta de Tomada, que cristalizó los pedidos del kirchnerismo en una reunión con el vicejefe de Gobierno, Diego César Santilli. En ese encuentro también estuvieron los tres legisladores que encararon la negociación parlamentaria: Carmen Polledo, Francisco Quintana y Agustín Forchieri.

 

La negociación se extendió hacia el mediodía del miércoles. Tras la reunión de Labor Parlamentaria, donde tampoco se hizo alusión al Autódromo, los macristas contaban con el aval kirchnerista, del Frente Renovador, Ocaña y el Partido Socialista de Roy Cortina. Los 28 diputados oficialistas más ese conjunto de agrupaciones engrosaron el número exigido para la sanción de la ley: 42 ediles dispuestos a votar a favor. Finalmente, la primera lectura salió con 41.

 

Una vez garantizado ese caudal de apoyos, el PRO dio por clausurado el tiempo de acuerdos con la oposición y las “patas” de la negociación se relajaron. Sin embargo, en la mañana de este jueves el kirchnerismo hizo nuevos planteos. El inicio de la sesión se demoró cerca de 90 minutos hasta que el oficialismo y el FpV volvieron a entenderse. El bloque de Tomada confirmó sus ocho votos y el PRO aceptó la aprobación de los proyectos Parque de la Estación y la creación de un fondo para la localización y restitución de niños secuestrados y o nacidos en cautiverio, además de la "promesa" de analizar otras iniciativas de interés para el kirchnerismo.

 

La aprobación de este jueves fue en carácter de primera lectura. Ahora el Gobierno porteño debe llamar a una audiencia pública, que es no vinculante, para luego votar la segunda lectura y confirmar la sanción definitiva de la ley.

 

EL PROYECTO. El objetivo del alcalde es que el predio deportivo se integre al tejido urbano de la zona – Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati-, además de fomentar la creación de un polo comercial especializado en automovilismo, espacios verdes y sociales y mejoras en la pista de carreras y las tribunas, según consignó la agencia Télam.

 

Larreta quiere replicar el modelo de la Avenida Warnes, donde desde hace años se instalaron decenas de negocios dedicados a repuestos y services de vehículos.

 

El predio pasaría a estar dividido en dos zonas. De un total de 180 hectáreas, 139 estarán reservadas para la práctica y exhibición del deporte y el resto formarán parte del sector “no deportivo”. Esta última parte será concesionada por 30 años mediante la constitución de un fideicomiso en el que se combinarán actores privados con el Estado porteño, que retomará el control de esa zona del predio luego de que finalice la concesión. Los años de concesión obligan a que la ley sea refrendada por 40 votos y bajo el método de doble lectura: debe ser aprobada en primer término, luego se realizará una audiencia pública y más tarde se votaría de manera definitiva.

 

El jefe de Gobierno pretende que en las 41 hectáreas reservadas para el desarrollo privado se monten empresas automotrices, concesionarias, tiendas de accesorios y servicios postventa, locales gastronómicos y hasta un museo del automóvil. La iniciativa cuenta con el apoyo de distinta instituciones ligadas al mundo del deporte y los automóviles. Brindaron “respaldo institucional” el Automóvil Club Argentino (ACA), la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), la Asociación de Fábrica de Automotores (ADEFA) y la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), entre otras.

 

La reactivación del predio, según detallaron en el Gobierno, confirmaría la mejora para las categorías TC2000, Super TC2000 y Top Race y se estudia el desembarco de la Fórmula E, que ya se presentó en el país en dos oportunidades y llegó de la mano del yerno del ex presidente español José María Aznar, vinculado con el presidente Mauricio Macri.

 

Por otra parte, en el predio habrá espacio para la construcción de un jardín de infantes y una escuela primaria. En torno a las propuesta de “actividades sociales”, el PRO tiene en mente la ubicación de una escuela de pilotos (la administraría ACA), escuela de diseño de automovilismo, una escuela técnica (para que se aprendan oficios como chapista, pintor y mecánico), una escuela de educación vial y un centro deportivo de alto rendimiento.

 

Según estiman desde los ministerios de Modernización, Innovación y Tecnología, que conduce Andrés Freire, y Desarrollo Urbano y Transporte, liderado por Franco Moccia, las obras privadas otorgarían 3000 puestos de trabajo y las nuevas actividades comerciales 10 mil. A su vez, prevén la formación de cerca de 50 mil metros cuadrados de parques públicos.

 

El desguace de Vialidad Nacional, frenado.
Andrés Watson

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