Poco antes de concluir una semana signada por dos retrocesos clave en el Congreso, la alianza que llevó a Mauricio Macri a la Casa Rosada buscará relanzarse con sólo diez meses de gestión a cuestas. Este jueves, poco después de las 17, el presidente encabezará la presentación de la Mesa Nacional de Cambiemos, una mesa chica de coordinación del oficialismo integrado por el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y otras fuerzas menores como Unión por la Libertad y FE. En esta oportunidad, el encuentro podría incluir un documento consensuado por todas los socios del armado.
La foto que protagonizarán Macri, el ex titular de la UCR Ernesto Sanz, la diputada nacional y líder de la CC Elisa Carrió estaba prevista hace 20 días, pero fue intempestivamente postergada por una intervención cardíaca de la dirigente chaqueña. La cita surgió una semana antes, cuando Cambiemos reunió a 400 de los 500 intendentes que posee en todo el pais: un día antes del Encuentro Nacional de jefes comunales que encabezó Macri en Tecnópolis, con la presencia de 1800 de los 2237 que conducen ejecutivos comunales en el territorio nacional.
A principios de octubre, el primer justificativo del relanzamiento de Cambiemos buscaba reconstituir una mesa de conducción que permitiera catalizar las diferencias entre macristas, radicales y lilitos. Un mes después, con Carrió repuesta de la cirugía, la cita estará cruzada por duras internas y reproches, como el naufragio del proyecto oficial para reformar el Ministerio Público Fiscal y limitar el mandato de la procuradora Alejandra Gils Carbó. Luego de medio año de negociaciones con el PJ y el Frente Renovador, el texto que ya tenía un dictamen de comisión en Diputados fue abortado por la negativa de Carrió de apoyarlo."Estamos ante cuestiones diferentes, pero tampoco es un tema que sea tan preocupante en el Gobierno. La mesa de Cambiemos se tiene que constituir, pero es cierto que tenemos asuntos legislativos que vienen complicados. La negativa de Carrió sobre la reforma al MPF nos la esperábamos y, a pesar del freno que tuvimos al proyecto para crear el régimen de Participación Público Privada (PPP), para obras e infraestructura, estamos convencidos de que igual va a salir", contestó a Letra P una fuente del Ministerio del Interior, que encabeza Rogelio Frigerio.
En la cartera política que coordina con las espadas del macrismo dentro del Congreso, apuestan a los buenos oficios del Gobierno para aceitar la ambiciosa agenda legislativa que resta para terminar el año. Sin embargo, por fuera de los atenuantes públicos, el malestar dentro de la Rosada es inocultable con Carrió, que es considerada por el macrismo un daño colateral del armado de Cambiemos que comienza a revelar reacciones cada vez más imprevisibles.
En el caso del radicalismo, las versiones oficiales van desde un ex titular como Sanz, que busca mostrarse desentendido de todo, hasta el intendente de Santa Fe José Corral, que detenta la jefatura del Comité Nacional y busca mostrarse optimista sobre la cita de este jueves. En algunos despachos oficiales que tienen terminales en la UCR, se quejan de la poca presencia del partido centenario en el Ejecutivo nacional y del desdén que les prodiga el Presidente. "Nos considera un mal necesario, pero nos desprecia", se queja, apesadumbrado, un hombre que, antes de lucir el traje de funcionario diplomático, exhibió las banderas del delarruismo. Para radicales de ese calado, la mesa nacional puede ser una instancia política para que los reclamos partidarios tengan un eco al calor del año electoral que se avecina, donde cada socio de la alianza gobernante asume que, sin victoria legislativa en 2017, los dos últimos años de Cambiemos pueden transformarse en un camino de obstáculos.
Dentro de la Coalición Cívica, los interlocutores "lilitos" dejan todas las explicaciones en los mensajes y decisiones de su jefa política. Según deslizan sus emisarios, Carrió ya le había avisado al PRO que no apoyaría la reforma del MPF. En la jerga de los escuderos de la Coalición Cívica, la dimensión política de su líder se construye entre la agenda legislativa y la presencia en los medios: dos herramientas centrales en el poder que detenta la diputada chaqueña para marcarle la cancha a Macri. Las mismas que utilizó para respaldar al restituido jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, cuando fue removido de su cargo por una denuncia anónima. Curioso: el repuesto funcionario aduanero volvió al cargo gracias al apoyo de la misma socia del oficialismo que le acaba de arrebatar a Macri su obsesión de sacar a la procuradora Gils Carbó. En la Casa Rosada niegan que la espesura del revés sufrido en el Congreso sea un inconveniente para la presentación de la Mesa Nacional de Cambiemos, pero el retroceso de un proyecto muy promovido por el Ejecutivo evidencia que las grietas al interior de la alianza gobernante requieren una instancia política que contenga a los mal heridos.
Pero, más allá del desgaste de una gestión que transita sus primeros diez meses, los malestares de Carrió superan las cuestionamientos institucionales sobre la Justicia. Para la diputada, la mayor diferencia con el Gobierno que integra tiene que ver con el futuro de la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner. A los ojos de Lilita, y también del Grupo Clarín, sobran las pruebas para que CFK sea detenida, un punto que no sería compartido en la Casa Rosada y que, incluso, ya fue denunciado por el empresario Jorge Lanata al aire.
Con ese horizonte, el Edificio Lahusen, a dos cuadras de la Rosada, abrirá sus puertas este jueves a las 17 para mostrar juntos a los fundadores de Cambiemos, acompañados por la vicepresidenta Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; Frigerio, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y el titular de FE, Gerónimo Momo Venegas. El armado incluirá, tal como fue previsto en la reunión de intendentes, a los gobernadores del oficialismo: la mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal; su colega mendocino, José Cornejo; el correntino Ricardo Colombi, el titular del ejecutivo jujeño, Gerardo Morales, y el jefe de Gobierno porteño, Horario Rodríguez Larreta.
La pata legislativa del armado tendrá como invitados a los senadores Julio Cobos y Laura Rodríguez Machado, al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. y a los jefes del interbloque de Cambiemos, Nicolás Massot, Mario Negri y Fernando Sánchez, el trío de legisladores nacionales que esta semana tuvo que administrar parte del fin de la luna de miel dentro del Congreso, una escena que, poco tiempo atrás, Monzó le vaticinó a los miembros de la mesa chica que rodea al Presidente.