Los integrantes del gabinete nacional ante cualquier necesidad consultan al jefe de ministros de la Nación, Marcos Peña, o, si es necesario e imprescindible, al Presidente Mauricio Macri, pero últimamente los funcionarios evitan esos pasos y le revientan el teléfono celular a Ramón María Lanús, el flamante titular de la ex Onabe.
Desde hace días, el joven funcionario atiende los reclamos de los ministros nacionales por pedidos de oficinas y edificios, en especial de aquellos que encabezan estructuras nuevas creadas por el titular del Ejecutivo. En este grupo entran, entre otros, los ministerios de Comunicaciones y Modernización.
Lanús es un abogado recibido en la Universidad Austral, de 35 años y con pasado en la administración del Gobierno porteño. Estuvo vinculado al espacio Recrear, desde donde generó un buen vínculo con el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, que se lo llevó al G25, el instituto que capacita a profesionales que vienen del ámbito privado y se incorporan a la gestión pública.
Trabajó en la Jefatura de Gabinete de ministros de la Ciudad de 2009 a 2011 que comandaba Horacio Rodríguez Larreta, con quien también arrastra una excelente relación. A pesar de estos dos avales, debió pasar el filtro de Marcos Peña porque la Agencia de Administración de Bienes del Estado (ex Onabe) está inserta dentro del área que controla el ministro coordinador.
Además, Lanús se desempeñó en el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad y fue electo concejal en San Isidro, pegado a la boleta del ahora embajador argentino en Uruguay, Guillermo Montenegro.
Tiene a su cargo la ejecución de las políticas, normas y procedimientos que rigen la disposición y administración de los bienes inmuebles del Estado Nacional en uso, concesionados y/o desafectados. Por esa razón, desde hace días que su teléfono está en llamas por los pedidos constantes de los ministros.
Actualmente, el despacho que supo utilizar Mariano Recalde en Aerolíneas Argentinas cotiza como uno de los más preciados por ubicación, vista y cercanía a Balcarce 50. Ubicado en el piso 9 de la Torre Bouchard, esa oficina tiene vista al río y al coqueto barrio de Puerto Madero. El edificio queda a metros del Luna Park, tiene 115 metros de alto y también aloja a la embajada de Japón y las oficinas del Banco Mundial de Argentina.
El problema es que el despacho en cuestión era alquilado por la gestión camporista y se utilizó hasta que el directorio se mudó a las nuevas oficinas del Aeroparque Jorge Newbery.
Las carteras de Modernización y Comunicaciones, recientemente creadas por Macri, aún se encuentran sin oficinas fijas y ambas ven con buenos ojos la ex oficina del camporista.
El radical Oscar Aguad se instaló en las oficinas de la ex Aftic, ubicadas sobre la calle Perú, donde también está el directorio de Enacom, que encabeza Miguel de Godoy. El cordobés ocupa el piso 19 y el ex secretario de Medios, cuyo organismo depende del Ministerio de Comunicaciones, está en el piso de abajo.
El equipo de Andrés Ibarra está trabajando momentáneamente en unas oficinas prestadas por la Jefatura de Gabinete dentro el edificio Teniente General Castiñeiras, ubicado en la intersección de Diagonal Sur y Avenida Belgrano. Desde hace años el gigante de acero- principal material del que está hecho el inmueble- es conocido como Edificio Somisa, por el nombre de la empresa siderúrgica que la construyó.
Según pudo saber este portal, el ministro encargado de transparentar la gestión y asegurarse de que se publiquen todas las acciones del Estado nacional deslizó que tiene interés en mudar su oficina definitivamente al edificio Shell Mex, ubicado en Diagonal Norte 788.