El de Jesús Cataldo Cariglino es otro de los ejemplos más fuertes de lo que pasó con los históricos peronistas del conurbano bonaerense en esta elección. Si bien aún no quedó afuera de los comicios de octubre, como sí les pasó a Darío Giustozzi en Almirante Brown, Raúl Othacehé en Merlo y Mariano West en Moreno, el intendente de Malvinas Argentinas perdió con la oposición y se ve amenazada su reelección.
El kirchnerista Leonardo Nardini le ganó el 9 de agosto y tiene muchas chances de destronar al histórico jefe comunal, que maneja los hilos de aquel distrito de la Primera sección desde el año 1995.
Por las calles de Malvinas Argentinas hay cartelería pegada en muchas paredes con la cara de Cariglino, el número de la lista y el dibujo de una tijera, induciendo a que corten boleta. Y esto, tanto para el kirchnerismo como para otros actores de la oposición es un indicio de que el poder del oficiliasmo ya no es tal, y que por momentos al intendente se lo nota "desesperado".
"Después de ser K, de ir con Massa, con Macri, volver, fracasar en su idea de ser candidato a gobernador, a vice, y demás, ahora termina siendo candidato a intendente por sexta vez y pierde con el chico de 35 años", analizó un operador peronista desde Malvinas Argentinas, sentenciando que "a la larga o a la corta se van a terminar disolviendo en la estructura municipal, porque es mucho tiempo".
"Desde el lado del Municipio son predecibles, es lo de siempre: antes del 9 de agosto a Nardini lo veían como un simple pibe que no tenía chances de ganar y no decían nada; ahora, después de haber perdido las PASO, a Nardini lo convirtieron en el diablo, pasó a ser chorro, narcotraficante", le dijo a Letra P un kirchnerista de la Primera, que observa cómo el poder e influencia de Cariglino parece desvanecerse. "Hoy no se sabe de quién es el intendente", agregó.
El encargado de levantar su imagen fue Sergio Massa, quien este miércoles lo visitó y le pidió a la gente que voten por él, consciente del escenario complicado que tiene en este tramo de la campaña.
Por su parte, según le confirmaron a este portal, el gobernador y candidato a presidente por el Frente para la Victoria Daniel Scioli ya prometió pisar Malvinas Argentinas dos veces de acá al día de las elecciones. Así, irá a bendecir a Nardini una vez en septiembre y otra en octubre.
Cabe recordar que el cachetazo más duro a Cariglino se lo propinó semanas atrás la mismísima presidenta Cristina Fernández, que en una teleconferencia invitó a muchos de sus candidatos vencedores en las internas K de la provincia de Buenos Aires. Al momento de hacer la conexión con Malvinas Argentinas, a la mandataria la escuchaban el titular de SMATA, Aldo Pignanelli, un trabajador del gremio y Nardini, además de autoridades de la autopartista Dana a quien el gobierno le otorgó un crédito de FONDEAR.
“Saludamos a Nardini con mucho afecto”, dijo Cristina sobre el titular de ANSES malvinense. Luego, cuando se despidió, apeló a su arma más letal: la ironía. “Tenemos muchas cosas nuevas en Malvinas Argentinas, muchas gracias y sigamos adelante”, disparó, pegándole implícitamente a Cariglino, casi despidiéndolo.