A 31 días para las elecciones generales del 25 de octubre, el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el frente UNA, Felipe Solá, admitió este miércoles que “las encuestas parecen decir que la cosa no está fácil, sobre todo porque la gente mira la punta izquierda de la boleta”, donde se encuentra el cuerpo correspondiente a los presidenciables.
De todos modos, prometió “luchar hasta el último minuto para conseguirlo, porque tengo la convicción de que puedo hacerlo mejor que mis adversarios, pero van a tener que ganarme”.
Explicó, en declaraciones a Radio Rivadavia, que las chances fácticas del Frente Renovador están supeditadas al crecimiento en los últimos días de su candidato a nivel nacional, Sergio Massa. “Vamos a ver, yo creo que hay una posibilidad de que tengamos un arremetida con Sergio Massa y entre el ballotage”, se esperanzó, y agregó que distintos sondeos “dicen que, a diferencia de Macri, él le ganaría a Scioli en una segunda vuelta.
Luego, enfocó sus críticas en el candidato del Frente para la Victoria en territorio bonaerense, Aníbal Fernández, quien lo había ninguneado tanto a él como a la candidata de Cambiemos, María Eugenia Vidal, al manifestar que la contienda con ellos “era un trámite”.
“Es muy poco democrático decir que ellos son los únicos que garantizan la gobernabilidad”, replicó el diputado nacional, quien mantiene un enfrentamiento casi personal con el jefe de Gabinete, después de un primer spot televisivo en la campaña previa a las PASO, en el que vinculó a Fernández con el crecimiento del narcotráfico.
Por último, y en relación a la actividad proselitista que emprenderá en el último mes de campaña, indicó que aún “hay entre un 5 y 10 por ciento de votos que están en juego, tratando de encontrar a su candidato”.