Política

Chaco, entre la calma provinciana y el miedo a la tormenta

En medio de la agitación política nacional, Resistencia durmió la siesta, como en un sábado cualquiera. Pero la política está en guardia. Las precauciones oficiales. Las advertencias opositoras.

Resistencia. ENVIADA ESPECIAL. Resistencia espera en absoluta tranquilidad las elecciones del domingo. Sin embargo, el ritmo pausado de la ciudad contrasta con las preocupaciones que dominan los comandos de campaña. El oficialismo, conducido por el gobernador Jorge Capitanich, extrema las medias de control, con la obsesión de evitar cualquier incidente, mientras que la oposición, con Aída Ayala a la cabeza, ya avizora una derrota y denuncia “votos comprados”.

 

En la Plaza 25 de Mayo, el día previo transcurre como un sábado normal. “Acá nunca hay problemas, nosotros somos tranquilos”, dice el dueño de un puesto de diarios ubicado justo frente al parque. El mediodía marca el movimiento habitual de las compras del sábado. Almacenes, supermercados, los negocios ubicados sobre la avenida Alberdi se llenan de clientes que entran y salen con bolsas. En la esquina de Frondizi y Juan B Justo, un hombre canta en voz alta una bachata.

 

En la plaza, dos chicas improvisan un pic-nic aprovechando los rayos del sol, que asoma a cada tanto entre las nubes que cubren la ciudad desde hace dos días. Sobre la calle Roca un camión de la Fundación Garrahan recoge decenas de botellones llenos de tapitas de gaseosas. Al lado de los voluntarios, una pantalla gigante hiere la veda con la imagen de Ayala en un acto proselitista junto al candidato a intendente por el frente Vamos Chaco, Leandro Zdero. Para cuando el reloj marque las 13.30, las calles del centro de Resistencia quedarán absolutamente desiertas. Casi no habrá motos como las que suelen invadir la zona todos los días. La peatonal, la plaza y sus calles linderas serán parte de una postal clásica de horario de siesta.

 

Frente a la plaza, en el edificio de la Gobernación, no hay descanso. Unos cuantos funcionarios ultiman detalles para el día de la elección, bajo las instrucciones de Capitanich, que supervisa que el operativo salga según lo previsto. La premisa que marca el trabajo es la línea que el gobernador y su equipo le bajaron a fiscales, militantes, intendentes y a la policía local. “Después de lo de Tucumán, creemos que la oposición puede intentar armar problemas acá, así que estamos muy atentos”, dice un funcionario con despacho en la Gobernación.

 

En el oficialismo provincial ponen especial foco en el puente que une Resistencia con Corrientes, desde donde, suponen, podrían ingresar “infiltrados” para provocar desmanes. Por eso, la Gendarmería reforzará los controles en ese paso provincial. En cuanto a la policía, el gobernador les encomendó la tarea de “mantener el orden”. “Acá todos saben que, si provocan disturbios, van presos. No es como en otras provincias, donde no pasa nada”, asegura un dirigente local que ilustra la supuesta mano férrea de Capitanich recordando el episodio del levantamiento policial de 2013: “Coqui los echó a todos”.

 

Para los militantes propios también hubo bajada de línea. En una reunión que mantuvieron con fiscales de toda la provincia, los principales dirigentes del Frente Chaco Merece Más pidieron “calmar los ánimos y no responder a las provocaciones”. “Es difícil, sobre todo en el interior, donde se conocen todos y surgen problemas por cualquier cosa, pero Coqui nos pidió por favor que transmitiéramos ese mensaje”, explica un funcionario cercano al candidato Domingo Peppo. Lo mismo escucharon los intendentes, sobre todo de las localidades más vulnerables, “los más pesados”, según las definiciones locales.

 

“Tenemos que ajustar todos los organismos necesarios; no hay que confiarse”, repite Capitanich a los suyos. En el gobierno provincial creen que, de haber incidentes, podrían provocarse en la zona de Pampa del Indio o El Impenetrable, donde la situación social es más compleja. En Resistencia, Sáenz Peña y otros centros urbanos, creen, la situación estará controlada.

 

Por el lado de Ayala, creen que “el problema no es que vaya a haber incidentes, sino que hay compra de votos”. La intendenta de Resistencia aprovechó el sábado el festejo por el Día de la Bandera de Chaco para encabezar un acto en la ciudad y una recorrida por la peatonal. En el entorno de la candidata de Vamos Chaco saben que la elección será al menos complicada. Los 20 puntos de diferencia que le sacó Peppo en las primarias de mayo marcaron un camino difícil, en una campaña marcada por las internas del radicalismo, que afectaron a la candidata.

 

Ayala participó en las PASO peleada con la estructura que maneja el histórico caudillo Ángel Rozas, a quien debió recurrir tras el fracaso de las primarias. Con desgano, Rozas acompañó a la candidata en la campaña previa a las generales, pero en la política local aseguran que espera un fracaso de Ayala para “sacarla de la cancha” definitivamente. Cerca de la intendenta saben que esa interna le juega en contra e incluso admiten que algunos candidatos a intendente de Vamos Chaco reparten la boleta cortada. “No quieren perder la intendencia, privilegian eso, ya lo sabemos”, dicen.

 

De los 69 municipios que ponen en juego el poder –en la provincia son 70 en total– el peronismo asegura que ganará las intendencias de alrededor de 62. Resistencia, bastión del radicalismo en manos de Ayala, peligra no solo por el acecho de Capitanich como candidato, sino por la manera en la que la dirigente eligió a su posible sucesor, Zdero, a espaldas de la dirigencia del partido. Los sondeos marcan una paridad en el  territorio que Ayala gobierna desde hace tres períodos.

 

Los pronósticos electorales del oficialismo aseguran que la brecha de las PASO se ampliará este domingo. En el comando de campaña de Peppo estiman que el candidato del peronismo llegará al 62 por ciento. Pero ese número dependerá, también, del clima. Las nubes que desde hace días cubren la provincia anuncian lluvias que podrían complicar la marcha de las elecciones, sobre todo en los parajes rurales, donde el peronismo es más fuerte. “Ayala esta rezando para que llueva”, dicen en la Gobernación. Afuera, el cielo está gris.

 

Federico Angelini revalidó con Gisela Scaglia el acuerdo que tenía con Maximiliano Pullaro por la Defensoría del Pueblo de Santa Fe.
Beltrán Benedit. 

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