El ministro de Economía Axel Kicillof ya había apuntado su bronca hacia Martín Zarich al día siguiente que el BBVA Francés lo nombró como nuevo Presidente Ejecutivo, en reemplazo de Ricardo Moreno, al leer sus declaraciones en una entrevista concedida al periodista Guillermo Laborda publicada por el diario Ámbito Financiero.
En aquél reportaje del pasado 6 de mayo de este año Zarich realizó una aguda crítica a la política económica del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner al declarar que “tenemos todos la expectativa de un 2016 con mayores componentes de normalidad y de racionalidad”, una clara referencia tácita al fin del kirchnerismo y a las condiciones que pudiera generar un nuevo gobierno de Daniel Scioli o Mauricio Macri.
A esta desafortunada frase que molestó al gobierno nacional, siguió otra que no hizo más que empeorar el panorama para Zarich cuando cerró la entrevista diciendo que “probablemente la variable que tome mas tiempo normalizar sea la del déficit publico. Las otras variables mas financieras, si tenemos un shock de confianza pública general, que seria normal en una elección bien ganada, creo que veríamos un cambio positivo de tendencia”.
A partir de allí el Ministro de Economía y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Alejandro Vanoli, comenzaron a observar de reojo a Zarich a tal punto que aún hoy después de 4 meses el directorio del BCRA tiene en proceso de autorización el ingreso de Zarich como CEO del BBVA Francés.
El sistema financiero está en alerta porque es un secreto a voces que el gobierno nacional ya analiza seriamente no aprobar el ingreso de Zarich y suspender al funcionario del banco por su participación en supuestas maniobras de lavado de dinero.
Kicillof y Vanoli ya dispusieron las suspensiones de Gabriel Rubisich, CEO del Citibank, Gabriel Martino y Miguel Ángel Estévez, presidente y vicepresidente del HSBC por presuntas maniobras de lavado de dinero de una filial en el exterior.
En realidad Zarich no hace más que seguir la línea de su antecesor. El banco español siempre tuvo una relación pésima con Guillermo Moreno que acusaba a la entidad de organizarle corridas bancarias a partir de una maniobra que consistiría en que los gerentes de diversas sucursales llamaban a clientes pujantes para que estos pasaran sus depósitos a cajas de seguridad.
El BBVA ya tiene, de hecho, un sumario kilométrico y poco difundido que fue elaborado en el Banco Central. Es por ciertas particularidades que tiene la plataforma online del banco para acceder al “Contado con Liqui”. El trámite sería muy ágil y permite a las empresas acceder a dólares a partir de una vía que el Gobierno no puede controlar.
Estas, y otras irregularidades alimentadas por reportes de la AFI de Oscar Parrilli hacen que la situación de Zarich sea muy endeble, más que los casos previos del Citibank y del HSBC. Vanoli ya sabe que ningún director de la entidad tendría mayores inconvenientes en avanzar contra el titular del BBVA. No habrá los reparos que existieron en casos anteriores y que forzaron la renuncia de dos directores que no querían verse demandados por las entidades bancarias.
Zarich es Licenciado en Economía con Diploma de Honor de la UBA, tiene un Master en Economía (CEMA) y un Master con Diploma de Honor in Business Administration de la Universidad de Chicago (EE.UU.). Cuenta con una trayectoria de 28 años en el sector financiero que se inició allá por 1987 cuando ingresó al Banco de Crédito Argentino como Economista.
En 1997, tras la compra de Banco de Crédito Argentino por parte de BBV y su posterior integración con Banco Francés, fue nombrado director de la fusión de ambas entidades y 2 años después, en 1999, asumió las funciones de director financiero de BBVA Francés y, en 2001, pasa a ocupar la Dirección de Banca Minorista hasta el año 2002.
Entre 2002 y 2007 desempeñó el cargo de director de Desarrollo de Negocio para América del Sur en el Grupo BBVA. En 2007 retornó al management de BBVA Francés como director financiero, responsabilidad que ocupa hasta ser nombrado director de Innovación y Desarrollo en 2010.
Zarich se presentó la semana pasada ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga la fuga de capitales presidida por el diputado nacional Roberto Feletti (FpV) para responder a las imputaciones en su contra por el delito de fuga de divisas y participación en los llamados paraísos fiscales.
El banquero no la pasó nada bien en su presentación ante la mencionada comisión con las preguntas que recibió de parte de los legisladores, en especial del diputado kirchnerista Carlos Heller (presidente del Banco Credicoop).
La investigación de la Comisión indica que la filial del BBVA Francés en las Islas Caimán fue traspasada al BBVA y Zarich figura hasta hoy como director de esa sucursal. “Va a tener que corregirlo, porque figura en la página del Banco”, había chicaneado Heller al recordar que las Islas Caimán se trata de uno de los denominados paraísos fiscales y que carece de regulación bancaria.
Zarich reconoció que la entidad cuenta con dos sanciones de la Unidad de Información Financiera (UIF) presidida por José Sbatella de las cuales “una ha sido revocada por la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal hace poco, y otra se sigue sustanciando en ese mismo fuero”.