Concluidas las elecciones primarias, comenzó la etapa de búsqueda de votos que permitan, en el caso de Daniel Scioli, traccionar una cantidad que le permita imponerse en primera vuelta, y en lo concerniente a Mauricio Macri, capitalizar un caudal semejante que posibilite achicar la brecha con el oficialismo y forzar un ballotage.
En este contexto, los votos de José Manuel De la Sota cotizan en bolsa. Derrotado en la interna del frente UNA, a manos de Sergio Massa, el mandatario cordobés se convirtió en las últimas horas en el objeto deseado de las distintas fuerzas políticas, tras el 6,4% obtenido a nivel nacional y la supremacía en la provincia mediterránea.
De hecho, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, hombre de extrema confianza de Scioli, adelantó el pasado lunes que se pondrán a trabajar “para persuadir a los votantes de De la Sota”, con el objetivo de atrapar al electorado peronista no identificado con el kirchenrismo. Incluso, el propio candidato del FpV, cuando habló el día después de las PASO en conferencia de prensa, reveló el llamado de Juan Schiaretti para felicitarlo, en lo que fue una muestra de la estrecha relación que mantiene con el gobernador cordobés electo.
No obstante, desde el entorno de De la Sota no dan muestras de necedad, sino que, por el contrario, son conscientes de que los comicios primarios aventuran una polarización aún más notoria entre Scioli, que capitalizará los votos peronistas –incluso los clásicos-, y Macri, que provocará una atracción todavía mayor de los votantes anti K, lo que impactaría de manera negativa en las aspiraciones de Massa.
Según pudo saber Letra P, 'el Gallego’ evalúa la chance de conformar un acuerdo programático opositor y, de este modo, alcanzar la ansiada unidad para octubre, ya que admite que las PASO oficiaron como una primera vuelta, lo que configura a los comicios generales como la segunda vuelta.
Sin embargo, la determinación del mandatario cordobés estará condicionada por la estrategia que adopte el líder del Frente Renovador, puesto que no está en sus planes puentear al propio Massa si es que no se pronuncia en ese sentido. Por ello, allegados a De la Sota sostienen por lo bajo que “no se va a hacer pública su propuesta si el tigrense no está de acuerdo con la unidad opositora”.
Atrás quedaron las diferencias con el otrora presidente de Boca, que el dirigente peronista exhibía en el mes de junio, días antes del cierre de listas, cuando pedía que no lo contaran en un acuerdo con el PRO, porque “se presenta como lo nuevo, pero representa la vuelta a los 90”.
El nuevo mapa electoral puso en apuros a las fuerzas opositoras, que deberán rediseñar la ingeniería de cara al 25 octubre si quieren evitar el triunfo de Scioli en primera vuelta. En este entramado, De la Sota fue uno de los primeros en poner de relieve la necesidad imperiosa de un acuerdo programático opositor, aunque no transparentará su decisión si Massa no lo desea.