Domínguez se sometió a las filosas preguntas de Mirtha. Pero también del chimentero, Ángel De Brito, quien le recordó al diputado nacional que tiempo atrás le había dicho “tibio” a Scioli. “Hablamos y él tenía razón” confesó el precandidato.
Sin embargo no todo fue incomodidad para Domínguez. Es que la ex vedette Silvia Süller, también invitada a la mesa no paró de halagarlo durante todo el almuerzo.
Parecía que la ex mujer de Silvio Soldán –que fue a presentar su libro al programa de Mirtha- había estudiado el currículum de Domínguez. Cuando el precandidato contó que fue intendente de Chacabuco a los 29 años; Süller aportó: “en el año 95”.
Luego, cuando dijo que el sábado pasado estuvo en La Matanza en una caravana junto a Fernando Espinoza y Daniel Scioli, otra vez Süller interrumpió “mucha gente hubo”.
También sucedió cuando Mirtha Legrand le preguntó si él era el candidato del Papa. Allí la otrora vedette y símbolo de las peleas mediáticas durante los ’90, aportó: “No sólo se conocen, tengo entendido que tienen como una amistad”.
Finalmente luego de tantos centros, Süller no se aguantó y dijo “Yo lo voy a votar a…” mirándolo a los ojos a Domínguez que fue ubicado exactamente enfrente a la rubia y a la izquierda de Mirtha.
“Qué grande” respondió Julián Domínguez. Y tras uno y otro halago, Süller agregó: “asi que a Jeremías”. Claro que se refería al diputado nacional, de quien todavía no sabía el nombre.
Fue Ángel De Brito, con la acidez que lo caracteriza, quien interdeció. El periodista le dijo a Süller que se aprenda el nombre al menos. “Igual te gusta, ¿te gusta el candidato no?; le estas tirando desde que entramos”, preguntó De Brito. “Es lindo, es muy buen mozo”, se sinceró Süller, mientras Domínguez observaba toda la escena. “Bueno, muchas gracias”, respondió al elogio el compañero de fórmula de Fernando Espinoza y el almuerzo televisado continuó.