Acompañado de los líderes gremiales de la oposición, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, realizó una conferencia de prensa en la que evaluó el impacto del paro general de este martes y lanzó munición gruesa contra la Presidenta de la Nación y algunos funcionarios del Gobierno.
“Es una jornada más que seguramente, como otras, va a quedar en la historia de las páginas de nuestro país”, analizó Moyano y calificó como “muy importante” la adhesión a la huelga general que “demuestra una disconformidad con las políticas que aplica el gobierno a los trabajadores”.
Cada uno a su turno, los dirigentes gremiales que tomaron la palabra buscaron desligar la jornada de paro con una razón de riña o disputa política pero fue totalmente en vano. En la conferencia de prensa abundaron las referencias a funcionarios de la Casa Rosada y también a titulares de gremios alineados con el oficialismo.
“La decisión la toman los trabajadores, los dirigentes la ponen en práctica”, lanzó Moyano dando a entender que la razón del paro no era política y que nació de una postura manifiesta del sector laboral porque “el dinero no alcanza”.
El secretario General de la CGT opositora advirtió que la decisión de ir al paro no fue aceptada por algunas organizaciones gremiales – se refería a las que su conducción tiene buena relación con la Casa Rosada- porque “sus dirigentes no adhirieron al paro, pero sí sus trabajadores”.
“A veces los dirigentes no se dan cuentan que equivocan el camino porque no interpretan las necesidades de los trabajadores”, disparó Moyano en clara alusión a los gremialistas alineados con Balcarce 50.
Por otra parte, justificó el paro porque “los trabajadores están viviendo una política que es perjudicial para el esfuerzo y sacrificio que hacen permanentemente”. Luego, se preguntó: “¿Alguien puede decirnos que este es un capricho de los dirigentes?”. Esperó unos segundos y el mismo respondió que “todo el mundo sabe que el dinero no alcanza y que los jubilados cobran una miseria”.
Además, Moyano se la agarró con la presidenta Cristina y con sus funcionarios. “El supuesto apoyo que tiene la presidenta no es tanto”, manifestó queriendo evaluar el impacto del paro y compararlo con el respaldo actual que posee el Frente para la Victoria, siempre según su visión.
También, aprovechó la conferencia para pegarle al ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof. “No sabe cómo disfrazar las mentiras que dice”, dijo con una sonrisa burlona en el rostro.
Consultado por los periodistas acerca de las palabras del ministro Florencio Randazzo, quien acusó a los sindicalistas de dejar en “prisión domiciliaria” a los trabajadores, el líder de Camioneros consideró que, en el Gobierno Nacional, “tratan de tapar un paro contundente”.
Más tarde, Pablo Micheli también se la agarró con el precandidato a presidente del Frente para la Victoria y consideró que “está desesperado por subir puntos en la interna y, en ese afán por quedar bien con la presidenta, dice cualquier cosas”. “Él, que se dice el ministro nacional y popular, termina acusando a una huelga de ser privativa de la libertad de los trabajadores”, se quejó ofuscado el líder de la CTA opositora a Hugo Yasky.
A su vez, Moyano también lanzó dardos contra Carlos Tomada cuando sostuvo que el “Ministerio de Trabajo es el que más precariedad tiene” y elevó quejas por la situación del trabajo infantil y esclavo deslindando las responsabilidades a “las políticas laborales del Gobierno Nacional”. “Y claro que tiene responsabilidad el Gobierno de la Ciudad también”, se apuró en aclarar.
“¿Por qué tiene que tener techo la discusión paritaria si la inflación no tiene techo?”, se pregunto irónicamente. Para Moyano, “nos quieren hacer creer una realidad y la realidad es otra”. “La realidad es que los argentinos, porque son suspendidos o no le pagan lo que corresponde, no estamos bien”, apuntó el sindicalista.
Según el titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, calificó al paro como “contudente” y se quejó de que a los trabajadores que “ganan un salario más o menos digno le metan la mano en el bolsillo con el impuesto a las ganancias y les quede un salario indigno”.
También, cuestionó a la presidenta y al titular del Palacio de Hacienda. “Kicillof no ve a los pobres, pero tampoco los ve la Presidenta”, lanzó. A su vez, compartió las críticas contra los dirigentes de otras entidades gremiales que se opusieron a la huelga de este martes 9 de junio.
“Los trabajadores no van a ser arriados por cinco o cuatro dirigentes que estamos acá, nosotros ponemos la personería jurídica y gremial”, explicó Micheli y consideró “mal” “que aquellos dirigentes que sus trabajadores han parado digan que no hay paro”.
Al igual que Moyano, el hombre de la CTA disidente cargó contra Cristina Fernández de Kirchner y pidió que la mandataria devuelva el premio que obtuvo en por parte de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en reconocimiento a la lucha contra la pobreza.
“Lo que correspondería ante esta vergüenza de desconocer es que debería devolver el premio y guardarlo hasta el día que haya un gobierno que baje la pobreza hasta esos niveles”, consideró Micheli en relación a la premiación y a los dichos de la titular del Ejecutivo nacional en cuanto a los índices de pobreza e indigencia del país. Ante este último punto, Micheli marcó que “nadie que tenga un poco de seriedad puede decir semejante disparate”.
“Debe primar el sentido común en el Gobierno y debe convocar al diálogo porque sino nosotros no nos vamos a quedar cruzados de brazos. Ojalá que no tengamos que llegar a otro paro y se puedan empezar a resolver los problemas que tenemos los trabajadores”, concluyó.
Por su parte, el titular de los empleados marítimos, Juan Carlos Schmid, analizó que el paro “expresa el descontento de amplias franjas de la población con estos últimos años de gestión económica”.
Para Schmid, “hace un tiempo que está bajando un peligroso discurso anti sindical”. “En algunos casos lo hace la presidenta, en otras los funcionarios”, agregó.
“Hoy mismo han detenido a un maquinista del servicio ferroviario, porque supuestamente es responsable de una mala maniobra. Nos gustaría que tengan la misma velocidad para tratar los temas institucionales”, sostuvo en relación al choque de trenes en la estación de Temperley.
En ese sentido, marcó que “no vemos la misma velocidad con todos los integrantes del Gobierno sospechados de negociados o con Boudou” y pidió “que devuelvan la confianza a las instituciones” y que “nos traten como se tratan a ellos mismos a la hora de administrar la justicia”.
Cada uno de los líderes sindicales rechazó, durante su turno, que el paro tenga una concepción política y todos dejaron que el gremialista de Judiciales, Julio Piumato, nombrara las “razones” de la huelga general.
“Paritarias libres, salario mínimo de 8600 pesos, porque la jubilación mínima no sea inferior a este salario mínimo, contra el impuesto al trabajo, contra la corrupción, el narcotráfico y la inseguridad, la precarización laboral, la discriminación que sufren los hijos de trabajadores en las asignaciones familiares, y para que no se mueran más niños de hambre en este país”, pasó lista el sindicalista que acompañó a Gustavo Vera de La Alameda en las PASO porteñas.