Lo que era parte de una decisión puertas para adentro, comienza a tomar forma. Golpeado por la derrota en manos de su ex aliado Alberto Weretilneck, el senador Miguel Ángel Pichetto piensa dejar la presidencia del Partido Justicialista (PJ) antes de las PASO.
Esta determinación la anunció la semana pasada a su entorno ante el avance de la línea opositora que había pedido un cambio de aire luego de la estrepitosa elección que dejó mal parado al Frente para la Victoria rionegrino.
Los tiempos, según pudo saber Letra P, se oficializarán en la previa de las elecciones nacionales de agosto que también demostraron la pérdida de influencia del actual conductor del peronismo provincial. La selección de Martín Doñate (La Cámpora) y Silvia Horne (Movimiento Evita), en la lista de diputados nacionales, se considera como una derrota en el pichettismo.
Doñate, al que se le adjudica la representatividad de la agrupación que maneja Máximo Kirchner, y articula el “Cuervo” Larroque, es resistido desde el FpV por su poca participación en la campaña que le dejó un amplio triunfo a Juntos Somos Río Negro. De Horne se especula de la relación con Soria, por su representatividad del Alto Valle.
Todo empeoró cuando se buscó instalar, a través de Javier Iud, otra lista que fue eliminada desde Nación por entrometerse con los intereses de la renovación partidaria, que lo tiene preocupado a Pichetto que ahora gasta energías en la campaña presidencial de Daniel Scioli. Su hijo, Juan Manuel, que no pudo llevarse el triunfo en los comicios municipales de Viedma, se pegó al hermano del presidenciable (José "Pepe" Scioli) y recorre provincias junto a su equipo.
El nuevo esquema, como se pretendía desde el municipio de General Roca, dejaría a Soria hijo como la máxima autoridad con vistas a reconstruir el espacio, darle cierta unidad y empezar a trabajar en un proceso de cuatro años que le abra al justicialismo una senda ganadora, esa que Pichetto nunca pudo encontrar.
Fuentes de ese distrito ratifican la estrategia para lograr lo que la estructura valletana salió a reclamar minutos después de que Weretilneck y Pedro Pesatti le dieran un golpe certero al kirchnerismo más duro, que ahora deberá concentrarse en la pelea que deberá afrontar la intendenta María Eugenia Martini: una ferviente militante del espacio que Soria representa.