Más de 40 observadores internacionales participaron del proceso electoral que tuvo lugar el domingo 14 de junio en Santa Fe. Sin embargo, la votación terminó en escándalo, con 347 telegramas impugnados, denuncias de fraude y reclamos de la oposición. El resultado definitivo de los comicios recién se conocerá esta semana. Hasta el momento, de acuerdo con el escrutinio provisorio, el candidato del Frente Progresista, Miguel Lifschitz, aventaja por poco más de dos mil votos al referente del PRO, Miguel del Sel, y por 26 mil al peronista Omar Perotti. De mantenerse estos números, Lifschitz se convertiría en el nuevo gobernador de la provincia.
Mientras avanza el escrutinio definitivo, y pese a las denuncias de la oposición, la justicia santafesina decidió no habilitar la apertura de las urnas para hacer un nuevo conteo de votos. En el mismo sentido, el director nacional electoral, Alejandro Tullio, explicó que no existe fundamento legal para tomar esa decisión cuando las actas electorales son válidas.
Letra P consultó a uno de los observadores invitados por el gobierno santafesino, el vicepresidente de la Corte Electoral de Uruguay, Wilfredo Penco, quien aseguró que la jornada electoral “se desarrolló con absoluta normalidad”.
-¿Coincidieron en esa conclusión todos los observadores internacionales?
-Sí, fue lo que dijimos en el intercambio que hicimos antes de nuestra partida. De acuerdo a nuestras observaciones, que particularmente tuvieron lugar en la capital de la provincia, desde la instalación de las mesas electorales hasta el cierre del horario de votación y el posterior escrutinio, todo fue normal. No verificamos ningún tipo de irregularidad.
-¿Estaban al tanto de los problema que hubo con el escrutinio de las elecciones primarias, cuando también hubo problemas en el recuento?
-Sí, en una reunión previa que tuvimos con las autoridades electorales se nos dio cuenta del hecho, que por otra parte era de conocimiento público. Las dificultades planteadas tenían que ver con la forma en que los resultados primarios fueron procesados e informados en la página web de la autoridad electoral. Esos problemas, según se nos dijo, habían sido superados y efectivamente en la pantalla en la que se daban a conocer los nuevos resultados quedaba muy claro cuáles y cuántas mesas habían sido objeto del cómputo correspondiente en esta instancia.
-Hubo varios telegramas que presentaron inconsistencias, de acuerdo a su experiencia ¿es una situación normal?
-Forma parte de lo previsible en este tipo de situaciones, es absolutamente normal en el ámbito internacional. Justamente por eso la normativa prevé un escrutinio definitivo. Para que las inconsistencias que puedan verificarse en el escrutinio primario puedan ser corregidas y subsanadas en el definitivo.
-¿El porcentaje de actas impugnadas es llamativo?
-Es un porcentaje normal.
-La oposición exige la apertura de las urnas para el conteo voto a voto ¿es aconsejable?
-En el régimen electoral uruguayo rige lo que se llama el principio de intangibilidad de las actas. Es decir, las actas del escrutinio provisorio que no presenten irregularidades o no registren impugnaciones por parte de los fiscales partidarios, deben ser simplemente ratificadas en el escrutinio definitivo. Solo justifica abrir la urna y volver a contar las boletas cuando de las actas resulten irregularidades, inconsistencias o votos que hayan sido impugnados por los fiscales partidarios. De lo contrario, no hay razones.
-¿En el resto de los países de la región se resuelve de la misma manera?
-Sí, es un principio de carácter general que se traduce en las legislaciones de los países latinoamericanos.
-¿La elección santafesina tuvo alguna característica particular?
-El carácter competitivo de los resultados, la escasa diferencia entre los candidatos es lo que naturalmente tensa el procesamiento de esta instancia del escrutinio definitivo. Es legítimo el interés y la atención que todas las agrupaciones políticas pero nosotros creemos que tanto el proceso electoral en su conjunto está rodeado de las garantías necesarias y la transparencia suficiente.