Las noticias no son para nada buenas en Moreno. Luego de una compleja sesión en el Concejo Deliberante, Lucas Franco, del Movimiento Libres del Sur, fue agredido por una patota que respondería al entorno del histórico intendente del distrito, Mariano West.
Según explicó el referente de UNEN, un grupo identificado con el edil Alberto “Chico” Fraiz, “por la espalda” lo agredió en un escándalo que vuelve a dejar expuesto al municipio, que desde hace tiempo atraviesa una crisis interna con sectores que responden a La Cámpora.
“Nos vamos a quedar acá hasta poder verlas, porque después sabemos lo que pasa con ese tipo de grabaciones”, decía Franco en medio del revuelo general por las agresiones. Cuando las mismas se habían consumado, el titular del cuerpo legislativo, José Luis Barreiro, salió a la calle para escuchar al damnificado que sufrió en carne propia la presencia de la patota del sindicato de curtidores.
El eje de esta polémica, más allá de las trompadas, fue la denuncia de “negociado” entre el oficialismo y la empresa La Perlita, que monopoliza el sistema de transporte que tuvo la repercusión a través de las redes sociales, con el aporte de Victoria Donda, entre otros.
Pero esta situación, que llegó a un límite, no es lo único que sucede en el municipio que West controla desde hace años. Por la constante pelea con La Cámpora, renovó sus votos con la histórica estructura del justicialismo para mantener el poder que se complicó en 2013.
Según confirmó Franco, al igual que en diálogo con Moreno Noticias, presentó una denuncia en ante la Justicia para darle mayor entidad a lo acontecido, que vuelve a dejar evidenciado el nivel de violencia que traspasó los niveles.
La dirigencia en ojotas calienta motores. El parador rebautizado en honor a Milei, Massa y Momo. Ritondo, Recalde, Wado, Pullaro y más abonados al reunionismo.