El acuerdo que llevó al massista Jorge Sarghini como presidente de la Cámara y al diputado por la Séptima sección y mano derecha de María Eugenia Vidal, Manuel Mosca, como vice implicaba que la UCR conduzca el bloque de Cambiemos. En ese orden, iba a ser el sanzista Maximiliano Abad el designado; sin embargo el alfonsinismo se plantó y Jorge Silvestre se autopostula pese a que fue opositor de la alianza UCR-PRO. Desde el espacio de la electa gobernador desconfían.
A horas del recambio legislativo, las principales fuerzas que integran las cámaras bonaerenses todavía no definieron las autoridades y todo es negociación. En diputados, Cambiemos cruje por el posicionamiento del actual jefe de bancada de la UCR, Jorge Silvestre de aferrarse a la conducción del bloque.
El alfonsinismo está algo disgustado por cómo vienen distribuyéndose los cargos provinciales y reclama tener más protagonismo. Aunque todo se encaminaba a que un dirigente de Ernesto Sanz se haga se la conducción del bloque –unificado entre la UCR y el PRO- los diputados que responden a Ricardo Alfonsín buscan quedarse con el manejo del bloque. Y para ello en las últimas horas pusieron sobre la mesa el nombre de Jorge Silvestre.
El diputado por la Cuarta sección que renovó su banca es el actual jefe de bloque y fue uno de los que rechazó en su momento el acuerdo con el PRO y la actitud de Sanz. Por ello, en el PRO no ven con buenos ojos que sea un alfonsinista quien conduzca los destinos. Además paralelamente el FpV todavía insiste en reclamar la presidencia del cuerpo y temen que sean los radicales díscolos quienes se plieguen al plan kirchnerista en caso de tener que juntar voluntades.
Cuando en marzo de este año, en Gualeguaychú, la UCR definía su política de alianzas (que resultaría en el acuerdo con el PRO y la posterior victoria nacional y bonaerense) Silvestre escribía en su cuenta de facebook: “en la convención nacional, viendo con una profunda tristeza como dirigentes que conducían en los años 70 a miles de jóvenes progresistas hoy se han transformado en simples cadetes de otros partidos para entregarnos”.
Además el propio Silvestre hablaba de “atomización del partido”, el arreglo de la UCR con el PRO. También había remarcado que “no era necesario cerrar un acuerdo con determinadas características a 3 meses, porque la política es muy dinámica y deberíamos tener conceptos que hiciera que la UCR sumara partidos y no llevarla a una postura cerrada de un sólo partido”.
A horas de la definición, todo es negociaciones. El miércoles se aceleraron las conversaciones entre el PRO y la UCR bonaerense para tratar de destrabar la puja por la presidencia de bloque y por el momento pende todo de un hilo; Silvestre se aferra a la presidencia que ostentará hasta semana.