Focalizando en la herencia recibida, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal adelantó que desde el Ejecutivo que conduce llevarán a cabo un “proceso de ordenamiento de las cuentas” con el objetivo de conocer a ciencia cierta cuántos y quiénes son los proveedores con los que mantiene deudas el Estado provincial.
De esta manera, la mandataria informó la realización de “un censo de deuda” en el que “cada proveedor deberá demostrar que prestó los servicios indicados”.
Vale señalar que esta determinación se realiza en un contexto de reclamos mayormente provenientes de los proveedores del Servicio Alimentario Escolar (Comedores), quienes, a pesar de recibir en las últimas semanas un monto paliativo por parte de la saliente administración sciolista, sostienen que persiste una deuda que ronda en torno a los 600 millones de pesos, cifra que preocupa de cara al inicio del próximo ciclo lectivo.
“Son deudas urgentes, no pueden esperar”, recalcó Vidal, quien enfatizó a su vez que “tenemos además la obligación de ser austeros” y, para esto, “estamos trabajando en una reducción de cargos políticos. No podemos pagar sueldos de cargos políticos cuando hay deudas en salud y educación”.
Por otro lado, y en declaraciones al canal TN, la mandataria bonaerense confirmó que “recurriremos al crédito en una Argentina distinta, donde el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial quieren ayudar financiando obras de infraestructura".
En cuanto a la coparticipación, aseveró: "Tendremos un trabajo muy distinto al que se venía haciendo con el gobierno nacional. Hoy por ley debería recibir el 21% de la coparticipación y recibe menos del 18%. Voy a defender lo que le corresponde a la provincia porque es a lo que me comprometí en campaña".