Con un escenario electoral que asoma adverso y contrarreloj, los militantes más jóvenes de las principales organizaciones peronistas dejaron de lado sus diferencias y se lanzaron a la calle a trabajar unidos por la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zanini de cara al ballotage del 22 de noviembre. Aunque esa unidad tuvo un límite: hasta hoy, la convocatoria no se extendió a La Cámpora, el sello de juventud kirchnerista sobre la cual siguen sobrevolando broncas por su rol durante la campaña presidencial previa a las elecciones del 25 de octubre.
Se autodenominan “Juventudes Argentinas”. Son cientos de jóvenes que, para borrar el cuadro de división interna que el oficialismo no pudo disimular y que se hizo más evidente después de las primarias de agosto, copan parques, colectivos, trenes, cualquier punto de concentración. Y no se limitan al tradicional volanteo militante. El plan acordado es enfrentar a la gente, interpelarla, hacer un trabajo de campo y personalizado.
Este miércoles estuvieron en la terminal de Retiro. Se amontonaron identificándose con un uniforme que deja de lado cualquier sello partidario: la camiseta de la Selección Argentina de fútbol. Fueron militantes de organizaciones como el Movimiento Evita, Jolina, Descamisados, Peronismo Militante o Jóvenes para la Victoria (JPV) y hasta, aseguran, se sumaron algunos independientes.
“Se trata de interpelar a los votantes de la manera más eficaz para que tomen dimensión del momento político", explicó uno de los organizadores de Juventudes Argentinas.
La bronca con la agrupación que conduce Máximo Kirchner por parte del resto de las agrupaciones alineadas con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no es nueva, pero se profundizó en la previa a los comicios presidenciales. La escasa voluntad de militancia de La Cámpora por la candidatura de Scioli, evidenciada el día de las elecciones con su faltazo al bunker del FPV, venía dejando rastros. Hubo al menos dos actos frustrados que se venían organizando por la campaña sciolista que se terminaron cayendo, con el único objetivo de no exponer las diferencias con las filas camporistas. Igualmente, en los últimos días La Cámpora salió a los barrios a hacer lo que no hizo antes y está trabajando fuerte para evitar la victoria del candidato presidencial por Cambiemos, Mauricio Macri.
Las actividades continuarán el sábado en las localidades bonaerenses de San Miguel y San Fernando, donde habrá recorridas puerta por puerta para hablar con los vecinos. Esto no parece casual: son dos distritos donde la intendencia quedó en manos del massismo. Ahí difundirán las propuestas de gobierno que Scioli viene haciendo públicas de cara al balotaje. Las que, no casualmente, se parecen cada vez más a las que usó Sergio Massa en su campaña presidencial.
En simultáneo, harán una convocatoria al Parque Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito, abierta para todos los que quieran sumarse a las charlas con los vecinos bajo una sola línea: que Scioli y Macri, representan dos modelos de país bien distintos.