Ya no habrá quórum propio ni votaciones automáticas. Sea quien sea el próximo presidente, no contará con mayoría propia en la Cámara de Diputados, que será el epicentro de las negociaciones para la sanción de las leyes clave que quiera sacar el nuevo Gobierno. Para los referentes de distintas bancas, “se viene un Congreso de acuerdos, diálogo y construcción de consensos”.
“Va a ser muy distinto al Congreso que tenemos ahora, muy equilibrado, a diferencia de lo que ocurre ahora, que es prácticamente testimonial. Nosotros hablamos solamente para el diario de sesiones, porque nada de lo que proponemos es tenido en cuenta”, dice el diputado del Frente Renovador, José Ignacio de Mendiguren, que desembarcó en el Congreso en 2013, junto con Sergio Massa.
A diferencia de lo que ocurre actualmente, cuando el kirchnerismo tiene mayoría y quórum propios – 118 diputados del bloque que llegan a los 135 sumando a los aliados –, razón por la cual puede sancionar cualquier proyecto que le interese, a partir del 10 de diciembre ninguna fuerza política podrá sacar sancionar leyes sin la ayuda de otro bloque.
De acuerdo a los números de la elección de octubre, el bloque de Cambiemos será la primera minoría en el Congreso, con 87 bancas (41 del PRO, 39 de la UCR, 3 del Frente Cívico de Catamarca y 4 de la Coalición Cívica). En segundo lugar quedará el Frente para la Victoria, con 98 miembros, mientras que el Frente Renovador tendrá 27 diputados y Unión por Córdoba, 5.
En ese nuevo contexto, en caso de que Mauricio Macri sea electo presidente, no le bastará con el bloque de Cambiemos para sancionar las leyes que necesite para gobernar. Lo mismo le sucederá a Daniel Scioli. Tanto uno como otro deberán mandar a sus jefes de bloque a buscar consensos al nuevo Congreso. Para obtener el quórum propio se requieren 129 diputados.
“Imagino un Congreso muy dinámico, en el que se va a tener que trabajar mucho para acordar políticas públicas. Si Scioli es presidente, tendremos que generar acuerdos con otras fuerzas. Creo que no va a ser difícil, porque el mismo Scioli tiene un estilo muy conciliador, de búsqueda de consensos”, dice el diputado salteño Pablo Kosiner, actual vicepresidente del bloque del Frente para la Victoria. Para Kosiner el solo hecho de que se vaya a celebrar un ballotage “ya obliga a ir buscando acuerdos, no entre dirigentes, sino consensos de políticas públicas”, tal como sucedió en los últimos días con los anuncios que Scioli tomó de la agenda propuesta por Massa.
Respecto de las críticas que realizan diputados de la oposición por el funcionamiento actual de la Cámara, a la que muchos califican como “una escribanía del Gobierno”, el diputado salteño explica: “Cuando vos sos del partido de Gobierno, tratás de sacar en el Congreso las políticas que impulsa el mismo Gobierno. En muchos casos de han hecho modificaciones a las leyes a pedido de la oposición. Lo que no se admiten son planteos cuando se oponen a leyes que representan a políticas fundamentales del Gobierno”.
Si Macri ganara la presidencia, explica Kosiner, el bloque del Frente para la Victoria “va a colaborar en función de las iniciativas que se envíen”. “Una cosa es colaborar con un Gobierno y otra diferente es convalidar que se avasallen derechos. Si las iniciativas van en ese sentido, obviamente no vamos a acompañar”, dice.
Desde Cambiemos, el nuevo bloque mayoritario de la Cámara baja, el radical Miguel Bazze, considera que “en los últimos años el Poder Ejecutivo ordenó un manejo autoritario del Congreso al propio bloque oficialista” y augura un nuevo funcionamiento. “Que nadie tenga mayoría obliga a buscar acuerdos. Creo que va a haber mucha más participación de parte de todos los diputados. Ahora no tenemos ninguna posibilidad de pedir reformas a los proyectos y solo se tratan los que vienen del Poder Ejecutivo”, dice Bazze, vicepresidente del bloque de la UCR.
“Más allá del tema de las mayorías, el problema de nuestro sistema es que no tenemos cultura parlamentaria. Una cosa es hacer acuerdos y seguir con la cultura de los pactos políticos. Otra cosa diferente es tener cultura parlamentaria”, opina la diputada socialista Alicia Ciciliani, quien cree que “es tiempo de volver a discutir reglas de juego”, en referencia a una reforma constitucional. “La reforma del ´94 intentó atenuar el sistema presidencialista, pero hoy el federalismo político no existe. Deberíamos plantearnos una nueva discusión”, dice Ciciliani.
Respecto del perfil de los dos candidatos que compiten en el ballotage, De Mendiguren asegura que “los dos son negociadores, aunque Scioli está acostumbrado a buscar consensos en la Legislatura provincial, donde no tiene mayoría y Macri tiene muchos vetos en su haber”. En efecto, en la Ciudad de Buenos Aires el PRO negocia tanto con el kirchnerismo como con el bloque de ECO para aprobar leyes. Sin embargo, Macri vetó 130 leyes en la Ciudad. “Está claro que eso no es cultura parlamentaria”, dice Ciciliani. Tampoco el gobernador bonaerense tiene mayoría en la Legislatura provincial, aunque vetó apenas cinco leyes durante su gestión.
En el Senado, el Frente para la Victoria seguirá siendo mayoría aunque puede haber realineamientos después del ballotage. En la Cámara alta, que tiene un total de 72 senadores, se necesitan 37 para lograr el quórum propio. El kirchnerismo ya se aseguró 42 bancas, mientras que la UCR tendrá 11 senadores, el PJ no kirchnerista suma 10 y el Pro, 4. En caso de que Macri llegue a la presidencia necesitará del kirchnerismo para la aprobación de leyes.