El domingo por la noche, los jueces federales de Comodoro Py festejaron el “triunfo” del candidato a presidente por Cambiemos, Mauricio Macri, en la primera vuelta de las elecciones generales. Si bien varios de ellos, como Ariel Lijo o Rodolfo Canicoba Corral, estaban de para bienes con el postulante del oficialismo, Daniel Scioli, el avance del PRO aglutina la mayor cantidad de partidarios. Desde el lunes a la noche, nadie se quiere quedar afuera de los encuentros que está organizando el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro, o las mesas de café con el fiscal Carlos Stornelli.
Y es que, si bien el Ministerio de Justicia ya fue formalmente prometido al radical Ernesto Sanz, los federales dan por descontado que el principal nexo será Montenegro. El exjuez organizó un almuerzo el martes al mediodía y dio algunas pistas que en el triunfalismo actual cobran rango de certezas. La más notable: con un gobierno de Macri, la reforma procesal penal, que transfiere las capacidades de investigar de los casos a los fiscales, quedaría en el freezer.
A Stornelli, en cambio, le preguntan por el futuro de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, en un eventual gobierno macrista, y se escuchan quejas sobre la dificultad para removerla por la cantidad de escaños que el peronismo ostenta en el Senado. El fiscal le resta importancia a esos temores, asegura que con los peronistas todo se podrá negociar y reflota, además, ese rumor extendido de que la titular del Ministerio Público tendría motivos que la llevarían a instalarse definitivamente en Roma. Tal vez, entonces, el juicio político no sea una necesidad tan urgente, especulan en el PRO.
En cuanto a la sucesión de la procuradora, apareció una certeza. La diputada Elisa Carrió, líder de una de las patas de la alianza Cambiemos, avisó vía el secretario general del Gobierno porteño, Macros Peña, que no desea suceder a Gils Carbó, aunque tiene una carpeta con potenciales candidatos.
Como sea, la sorpresa de esta semana la dio Canicoba Corral, que tuvo algunos roces con el sciolismo y no tardó en manifestarlo en las partidas de truco que organiza con otros jueces y con su partenaire Guillermo Scarcella, titular de Aguas Bonaerenses.
El camarista Martín Irúrzun, los jueces de la Casación Eduardo Riggi y Liliana Catucci y el fiscal Raúl Plee son otros de los nombres con los que cuenta el macrismo en los tribunales del barrio de Retiro.
Otro motivo de festejo del fin de semana fue la derrota del secretario de Justicia, Julián Álvarez, que no pudo hacer pie en Lanús y fue derrotado por el PRO. En los últimos tiempos, el funcionario había mejorado la comunicación con los jueces, pero también le imputan haber hecho demasiadas promesas que luego quedaron en nada.
También les sorprendió a algunos jueces el mensaje de Álvarez en el sentido de que, aun en caso de ser intendente, seguiría operando en el Poder Judicial. Desde el domingo ya le atienden poco el teléfono.