La última aparición pública de Aníbal Fernández, el pasado domingo 25, fue a la mañana, cuando emitió su voto.
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La última aparición pública de Aníbal Fernández, el pasado domingo 25, fue a la mañana, cuando emitió su voto.
A partir de allí, el candidato a la gobernación por el FpV, desapareció de la escena. En el camino, habló su principal contrincante, María Eugenia Vidal, quien inició el festejo de forma anticipada.
Vidal fue la encargada de anunciar su triunfo. Lo hizo cerca de la medianoche, cuando se inició la carga de los datos oficiales.
Entre globos y música, la macrista celebró lo que se considera una victoria inesperada.
Aníbal en cambio, guardo silencio durante toda la jornada. Una situación extraña, para un dirigente acostumbrado a enfrentar a la prensa todas las mañanas.
Nadie del FpV, y tampoco del macrismo, dudaba de la victoria del funcionario K. Pero a medida que fueron pasando las horas, comenzó a definirse una tendencia negativa para el funcionario picotero.
Fernández se había alojado de forma provisoria en el Hotel Intercontinental, en espera de los cómputos. De allí iría al Luna Park, el bunker del candidato a la presidencia, Daniel Scioli.
Pero nunca llegó al estadio. En el camino, su candidatura se cayó a pedazos. Y entonces, fue el repliegue total.
Desde su entorno, cerraron los teléfonos, y dejaron que fueran los números oficiales, los encargados de dar la noticia.
"Votamos con muchas expectativas y en todos lados con mucha tranquilidad" fue el último twitt que publicó Fernandez, en su cuenta personal. Fue minutos después de emitir su voto.