CÓRDOBA. Enviado Especial. Las columnas radicales se acercaron al Orfeo desde temprano. Para las 18 las principales bandejas del teatro cordobés estaban colmadas de militantes convocados por el reelecto intendente de la capital, Ramón Mestre.
Las gradas del Orfeo oscilaban entre el amarillo y el rojo. Macristas y radicales se mezclaban en las tribunas, al igual que en las sillas pegadas al escenario central, que el comando de campaña de Macri pidió instalar en el medio del salón, para cumplir con el ritual de acto al estilo norteamericano.
Pegados al escenario estaban los macristas Carmen Polledo, Francisco Quintana, Federico Salvai, Agustín Forchieri, Cristian Ritondo, Jorge Garayalde, Emilio Monzó, Esteban Bullrich, José Luis Acevedo, entre otros.
El electo jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, sorprendió a muchos con el baile a los saltos con el que ingresó al Orfeo, cuando el acto aún no había comenzado. Minutos antes, su compañero de fórmula, Diego Santilli, bailaba y pedía aplausos a la tribuna mientras sonaba el tema "Bombón asesino" de la banda Los Palmeras.
Mezclados con los macristas porteños estaban los lilitos Mariana Zuvic, Paula Oliveto y Maximiliano Ferraro y los radicales Facundo Suárez Lastra y Leandro Despouy.
El acto, al tiempo que buscó dar un guiño y una promesa de federalismo, sirvió para darles protagonismo a los radicales, que aportan votos clave para que Macri entre al ballotage: Mestre, Mario Negri, Julio Cobos, Hector "Pecho" Quiroga y Alfredo Cornejo. Menos el electo gobernador de Mendoza, todos tomaron la palabra y pidieron "mayor federalismo" al candidato a presidente.
Pasadas las 19 tomó la palabra María Eugenia Vidal, la candidata a la gobernación bonaerense que es una de las llaves para que el líder del PRO aspire a llegar a la segunda vuelta. "El domingo vamos a estar ahí dando la pelea", vaticinó.
"Vamos a sentir que empieza el cambio. Está pasando algo único, grande y especial", sostuvo la vicejefa de Gobierno.
Luego habló la candidata a vicepresidenta por Cambiemos, Gabriela Michetti. Consideró que Vidal " va a ser la gobernadora de la provincia " y, al igual que en el acto Ferro, protagonizó un blooper.
"Vamos a recibir a nuestro candidato... ah, no. Me dicen que no", deslizó Michetti y todos rieron.
En seguida se corrigió y, para tranquilidad de la organización, presentó a Ernesto Sanz y a Elisa Carrió.
" Vamos a recibir a dos amigos", lanzó a modo de presentación.
La líder de la Coalición Cívica subió al escenario central luego de las 20 con un saco de furioso color rojo, el mismo tono cromático que utilizaron Vidal y Michetti y que le sirvió a Sanz para hacer una broma.
"Para quien identificaba a Cambiemos con un color, quiero decirles que Lilita, María Eugenia y Gabriela le cambiaron el color", dijo Sanz entre risas. Para evitar respuestas y controversias agregó, también entre risas: "No se enojen".
" Es el color rojo sangre que corre por nuestras venas, de querer cambiar la Argentina ", ahondó el mendocino.
Minutos antes, Carrió pidió el voto por Vidal y por Macri, calificó a Aníbal Fernández como el " jefe del narco" y adelantó que seguirá siendo diputada luego del diez de diciembre.
"Voy a ser diputada, no me voy a ir a ningún lado", destacó pese a los rumores que la ubican en una embajada en caso de que Macri llegue a la Casa Rosada.
En una especie de juego de palabras, Sanz, antes de la alocución de Macri, pidió " otorgar certificado de defunción al populismo que nos hizo retroceder", en clara referencia al Frente para la Victoria.
Y, para cerrar, reclamó "firmar el certificado de nacimiento de una Argentina de progreso".
Durante toda la previa, los " planners" del búnker amarillo animaron el evento con canciones de reconocidos músicos cordobeses como Rodrigo y "La Mona" Jiménez.