"Cuanto más usen el látigo y la chequera conmigo, más voy a pelear para que se termine", disparó el candidato presidencial por el frente UNA, Sergio Massa, en referencia al abrupto giro que dio la diputada provincial por su espacio Mónica López, quien decidió apoyar abiertamente la candidatura de Daniel Scioli.
Sin mencionar a la legisladora por la Tercera Sección, que actualmente es candidata a diputada para el Parlasur, el líder del Frente Renovador se jactó de no ser “de los tipos que se doblan en un tema complicado porque le meten presión".
En declaraciones al canal televisivo C5N, Massa puntualizó que “más allá de la decisión individual, hay un tema conceptual", y evitó inmiscuirse en las causas que motivaron a la dirigente oriunda de Avellana a declarar su respaldo al Frente para la Victoria, cuando tres meses atrás le había plantado una denuncia penal.
"Estoy concentrado en construir un cambio, no me doblan moviendo dirigentes, porque los cambios los construye la gente", subrayó.
El estruendo que generó el enfático apoyo de López al postulante del oficialismo, también obligó a su marido, el presidente de la bancada massista en la Cámara de Diputados de la Nación, Alberto Roberti, a aclarar su permanencia en el espacio, aunque legitimó la decisión de su pareja.