El ex secretario legislativo del Senado bonaerense Juan Manuel Pignocco es el protagonista de un culebrón. Está segundo en la lista de candidatos a senadores del Frente para la Victoria por la Sexta sección electoral (sudoeste provincial), pero tiene la opción de asumir como diputado por la Tercera (sur del GBA), aunque se niega a hacerlo porque sólo ocuparía la banca hasta 2017. La novela incluye el enojo de intendentes y de las huestes del vicegobernador, Gabriel Mariotto, por una jugada hilvanada por el camporista José Ottavis. Y, por si algo le faltaba a la historia, en el medio aparece el juez federal Claudio Bonadio, que pide investigar el funcionamiento de la Cámara alta provincial justo en tiempos en que Pignocco era funcionario del cuerpo.
En junio de este año, el cierre de listas dejó heridos dentro del Frente para la Victoria (FpV). En la Sexta sección, uno de los más damnificados fue el sector de Mariotto. Es que un enroque no salió según lo planeado.
A la hora del armado, por presión de Ottavis, el ex secretario administrativo fue anotado como segundo candidato a senador provincial por la Sexta. Ese lugar de privilegio y con chances seguras de entrar fue en desmedro de la candidatura de Luis “Luly” Calderaro, el actual secretario legislativo de la Cámara alta y mano derecha del vicegobernador en la Legislatura. Y también de los intendentes de la región.
A los jefes comunales le dieron el tercer lugar, que ocuparon con Caballero, la esposa del intendente de General Lamadrid, Juan Carlos Pellita. Pero tampoco está asegurado el ingreso.
Por su parte, Pignocco también tiene la chance de asumir como diputado provincial. Es que en las elecciones de 2013 el camporista fue candidato por la Tercera sección electoral. Lo ubicaron en la novena posición. Aunque el FpV le sacó ocho puntos de diferencia al massismo en aquella elección, Pignocco quedó en la puerta. En la boleta del kirchnerismo entraron desde Juan José Mussi, que encabezó la lista, hasta Aníbal Regueiro, que fue octavo. De la suerte electoral de Regueiro el próximo 25 de octubre depende parte del futuro más próximo de Pignocco, Calderaro y Caballero.
Sucede que Regueiro intenta volver a su municipio de Presidente Perón, de donde se fue como intendente para llegar a la Legislatura. Ahora nuevamente es candidato a jefe comunal. Es decir que, si ganase, su lugar y los dos años que restan en la Legislatura quedarían para Pignocco. Pero Pignocco no quiere tomar posesión de esa banca.
El ex secretario administrativo prefiere asumir su escaño como senador. Cuando se planeó la boleta K del sur bonaerense a Calderaro le aseguraron que -si bien había firmado para ir en la cuarta ubicación- era un hecho que Pignocco no iba a entrar ya que ocuparía los dos años siguientes remplazando a Reguerio. Pero el plan está peligrando.
A los intendentes les dieron el mismo esquema con un pronóstico optimista. Pero la realidad electoral trazó otro mapa. Cambiemos ganó la sección por nueve puntos de ventaja. Y el cálculo inicial de cuatro senadores para el FpV y dos para la alianza PRO-UCR-Coalición Cívica quedó reducido a una utopía y -en el peor de los casos- podría ser al revés. Ingresarían cuatro legisladores por el frente opositor y apenas dos por el oficialismo. Y, si efectivamente Regueiro ganara la intendencia pero Pignocco optase por la Cámara alta, quien seguiría en la línea sucesoria para la silla del peronense es Elsa Abella Neda, una dirigente de La Matanza, ex funcionaria del intendente Fernando Espinoza pero que en abril de este año selló su pase al Frente Renovador.
La jugada que hizo Ottavis en el cierre de listas serviría para borrar de la Legislatura la impronta de quien, durante cuatro años, fue el presidente del Senado. El vicegobernador se quedaría sin representación política. Su legado quedaría apenas en algunos nombramientos propios de una gestión en retirada.
La investigación de Bonadío que preocupa
La incomodidad con la figura de Pignocco desde el mariottismo se reactivó la semana pasada. Fue cuando al palacio legislativo llegaron dos efectivos de la policía metropolitana acompañado por el titular Juzgado Federal N° 3 de La Plata, Ernesto Kreplak. La comitiva dejó un oficio pedido por el juez federal Claudio Bonadio. Todo en el marco de la investigación que lleva adelante por las contrataciones que se realizaron para ejecutar el Plan Qunita del gobierno nacional.
Como explicó este medio, Bonadío quiere saber si una de las empresas investigadas –Dromenech S.A- también fue contratada por el senado provincial y bajó qué condiciones. Bonadio pidió conocer los movimientos que se hicieron entre el 2012 y el 2013; años en los que Pignocco estaba al frente del desarrollo administrativo de la Cámara alta. Pero Pignocco y Calderaro solo son dos “actores de reparto”.
La contienda de fondo se da entre el vicegobernador Gabriel Mariotto y José Ottavis, una de las principales líneas de La Cámpora y fuerte armador provincial. A Mariotto y los suyos no le dieron lugares de relevancia en las listas. La pluma de Ottavis fue responsable de la situación y con un nuevo período que se avecina, el camporista quiere ir por los frentes que aún no pudo conquistar.