El camping de El Faro está poblado de remeras rojas. Entre dirigentes, jóvenes, adolescentes y chicos con gorritas, pines y merchandising con la leyenda “un médico para el país” y el slogan de campaña “manos limpias, uñas cortas” -tomado de una frase de Juan B. Justo- Hermes Binner camina en la carpa donde la Juventud Socialista trabaja preparando el acto en el que se presentara formalmente su candidatura a presidente.
“No es un lanzamiento, porque todavía no está abierto el período electoral de este año”, se apura en aclarar el líder socialista, para evitar chispazos con la ley que regula los comicios. Pero lo cierto es que en el acto previsto para el lunes 5, Binner hablará ante casi dos mil jóvenes en Mar del Plata, rodeado por dirigentes del Frente Amplio Unen -o, más precisamente, del sector de ese espacio que pertenece al Frente Amplio Progresista (FAP)- que impulsan su postulación presidencial.
“Contamos con pocos recursos pero con mucho entusiasmo de los jóvenes que están aquí participando”, destaca el ex gobernador de Santa Fe en una charla con periodistas, mientras un grupo de jóvenes lo espera para saludarlo y sacarse fotos.
-A un año de la creación del Frente Amplio Unen, el espacio ya sufrió muchas bajas y tiene divisiones, ¿cómo cree que van a llegar a las elecciones?
-Logramos muchas cosas en un año. Armamos equipos de trabajo, presentamos nuestros programas y logramos acordar el de Economía, que es tal vez el más difícil. La gente sabe lo que pensamos hacer si somos gobierno. De manera que todo este tiempo no ha pasado en vano.
-¿Las diferencias no los dañaron?
-Por los números que tenemos nosotros, no nos han dañado. Por supuesto que sería mejor si no hubieran sucedido. Pero no le encuentro una gran significación porque son hechos que se han producido muy lejos de las elecciones.
-¿Prefiere que el radicalismo llegue cohesionado a la elección?
-Es una decisión de ellos, tienen que tomarlo con firmeza e ir para adelante porque entramos en un terreno muy difícil para desarrollar la política. Lo importante es que haya criterios claros.
-¿Ve posible que un sector del radicalismo se quede en Unen y otro sector se vaya con Mauricio Macri o Sergio Massa?
-Si, creo que puede ocurrir. Es posible.
-¿Quienes se irían? ¿El sector encabezado por Ernesto Sanz?
-Eso tienen que definirlo ellos. No corresponde que yo lo diga.
-¿El radicalismo se puede partir?
-No sería una novedad. Ya han ido a elecciones separados y después se volvieron a unir.
-El lunes usted va a compartir una actividad con Julio Cobos, ¿es una señal para el resto del radicalismo.
-No, nos hemos encontrados muchas veces. A fin de mes es probable que nos veamos en Cosquín. No para cantar, por supuesto.
-En los últimos días Sanz retomó de alguna forma la idea de ir hacia una gran PASO opositora, ¿usted lo descarta?
-Creo que tenemos que salir del pragmatismo y plantear programas que le den seguridad al inversor, al trabajador, a la gente. Traducirlo en líneas claras, decir qué es lo que pensamos hacer.
-Concretamente, ustedes no participarían.
-Por supuesto que no. Es una situación que en lugar de darle tranquilidad y seguridad a la gente le agrega conflictividad. Nosotros tenemos que ser claros. Hoy el problema que tenemos con los que pintan todo de amarillo, de naranja o de negro es conocido y es que son más de lo mismo. Ya los conocemos porque han estado en otros gobiernos, como el menemista. Nosotros no queremos volver al pasado. Creemos que Argentina tiene una gran posibilidad de pegar un salto hacia adelante. Nosotros no negociamos nuestras ideas, vamos a estar siempre en el mismo lugar.
-Habla de Macri, Scioli y Massa.
-Ninguno es imprevisible. Por más que pinten de colores distinto, uno rasca y abajo tienen el mismo color.
-Sanz dice que tiene diálogo con usted, ¿hablaron en los últimos días sobre el futuro de Unen?
-Hasta ahora no.
-¿El portazo de Elisa Carrió los complicó o alivió?
-Ni una cosa ni la otra. Me da pena que una persona tan inteligente no tenga una definición mucho más clara.
-¿Esperaban algo así?
-No, pero la realidad es así.
-¿Qué piensa cuando ella dice que usted y el radicalismo no quieren ganar?
-¿Como no vamos a querer ganar? Yo tengo un entusiasmo bárbaro, después de haber sido intendente de Rosario ocho años y gobernador de Santa Fe durante cuatro.
-¿En el futuro usted podría armar una fórmula con Cobos?
-Nosotros tenemos muchos puntos en común y nos comunicamos permanentemente, vamos a actividades de políticas comunes. Nunca se ha hablado de candidaturas pero sí de cuántas cosas se podrían hacer en Argentina si nos ponemos de acuerdo.
-Si no se diera esa situación, piensa en Margarita Stolbizer como su candidata a vicepresidenta?
-Claro, podría ser, es una candidata fantástica. Pero hay que preguntarle a ella.
-¿Prefiere que sea una mujer?
-Y siempre es más agradable.
-Hay una versión que indica que si usted no levanta en las encuestas podría volver a competir por Santa Fe, ¿qué dice sobre eso?
-De ninguna manera, es un ciclo terminado. Hay que dar paso a los que vienen. Uno tiene que saber que la gestión termina tal día, entrega la llave de la municipalidad, la gobernación o la presidencia, muchas gracias por los servicios prestados y a otra cosa.
-Hoy la foto de su espacio se parece mucho más a la del FAP que a Unen.
-Es absolutamente serio seguir planteando lo que funcionó y lo que funciona.