Desde hace unos días, Sergio Urribarri prepara un parador en Mar del Plata, ciudad balnearia con impronta sciolista como pocas pero que aparece como la obsesión del gobernador de Entre Ríos, desesperado por trascender en el mundo político.
Lejos de darle una impronta que caracterice a su provincia, prepara un recital con la banda de electro pop melodramático Miranda, en un evento conducido por el cordobés Leo Montero que tendrá el humor de Miguel Ángel Cherutti y el rebo 5, Nazareno Mótolla.
Este fin de semana, ninguna chamarrita se escuchará por el extremo norte de La Perla. Ese ritmo característico de las cuchillas entrerrianas parece no importarle a Urribarri, hoy abocado a figurar en las encuestas a pesar de dejar atrás la esencia entrerriana.
Con inflables, toboganes e imágenes gigantes de su rostro con la leyenda “Gobernación Urribarri”, el Pato quiere hacer pie en el destino predilecto por la mayoría de los argentinos. Aferrado a instalar su parco “Sueño Entrerriano”, quiere ser uno de los políticos más generosos esta temporada.
Según pudo saber Letra P, busca darle otro giro a la campaña por la desesperación que tiene en la poca llegada al electorado o a los sectores kirchneristas de paladar negro, que eligieron a Daniel Scioli y Florencio Randazzo como los únicos capaces de pelear la interna del Frente para la Victoria (FpV).
A pesar de que se anuncia la demostración de ciertas demostraciones de la provincia, no cayó muy bien las formas en que el ejecutivo busca instalar una imagen mientras en varias ciudades turísticas, que son la base de economías regionales. Por la crecida del río Uruguay, en las playas de Colón y Concepción del Uruguay se doblegan las medidas preventivas, aunque las críticas apuntan contra la infraestructura.
Lejos del estado de la ruta nacional 14, hoy autovía, los caminos provinciales que unen ciertas ciudades de menor importancia, que también forman parte del circuito turístico, son el eje de reclamos de habitantes y turistas que se encuentran con las vías en un estado lamentable.
Para colmo, por estas horas se agiganta un rumor de que Urribarri llevaría oficinas de Promoción y Desarrollo de la Provincia de Entre Ríos a La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires, ciudad que Scioli conoce a la perfección.
Esta jugada surge como continuidad de una estrategia forjada luego de pelearse con Doris Capurro y recurrir a los sabios consejos de Eduardo “Duda” Mendonça para el trayecto final de su campaña.