El camarista de la Casación Luis Cabral ya sufre los efectos de su derrota de ayer en el Consejo de la Magistratura. Bachicha se quedó con uno de los tres lugares de los jueces pero su lista bordó perdió una banca y para colmo ingresó Gabriela Vázquez, de estrecha cercanía a Justicia Legítima.
Hoy al mediodía Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi, Liliana Catucci y Alejandro Slokar cruzaron llamadas en reservada para analizar un probable apartamiento de Cabral de la Casación, donde es subrogante.
La suplencia del líder bordo está más que floja de papeles.Su cargo original está en el tribunal oral número 9 de la justicia ordinaria, un lugar sin glamour y con casusas de hurtos, riñas y homicidios. Desde septiembre de 2011 ejerce una función transitoria que sus colegas de Casación inicialmente justificaron, invocando la situación de emergencia generada por la gran cantidad de vacantes.
Quien se ocupó de “invitarlo” a la Cámara fue el ex juez Raúl Madueño, retirado el año pasado. El cargo de Cabral debería haber sido, por reglamento, para un juez de tribunales orales federales y por sorteo.
Cabral no sólo aceptó la subrogancia, sino que, ante las objeciones concretas en los papeles, consiguió el aval de sus pares y un fallo de la Corte Suprema que decía que era un tema que debía resolver la Casación y que preferían no meterse.
Con la derrota de ayer su situación es más comprometida. “Ahora va a tener que dar muchas explicaciones porque le había dicho a mucha gente importante que Justicia Legítima no entraba al Consejo y al final les terminó vendiendo humo”, decía hoy temprano el actual presidente del Consejo Alejandro Sánchez Freytes, denunciado por el Gobierno en supuestas dilaciones en causas de lesa humanidad.
Cuentan que anoche algunos lo llamaron desde distintos puntos del país para solidarizarse con la derrota y que, en los peores casos, cuando preguntó “¿Fuiste a votar?”, la respuesta era demoledora: “y no Luisito, la verdad pensé que ganabas tranquilo y ni me acerque a la votación”.
La Casaciòn también era un hervidero. Gemignani, Riggi y Catucci forman un bloque que cuestiona el modo de hacer política de Cabral desde la Asociación de Magistrados (y con los fondos de la misma) a quienes se suman Slokar y Pedro David que piensan que su subrogancia ya debería expirar. Son mañas noticias para Cabral porque Gustavo Hornos y Mariano Borinsky también lo tienen señalado por la baja productividad de su vocalía.
El plenario de fin de año de la Càmara sería una prueba de fuego para Cabral porque, según lo charlado en las últimas horas, se votaría por su salida. Su lugar podría ser cubierto con un secretario de la Cámara o con la lista de conjueces. Además, ya está en marcha el concurso en la Magistratura para completar cuatro vacantes.