Aunque los temas de la Justicia lo mantengan muy ocupado, Julián Álvarez no descuida su construcción para lograr su máximo anhelo: ser intendente de Lanús. El viceministro trabaja desde hace tiempo en su municipio con el sueño de disputarle el trono a Darío Díaz Pérez, casualmente uno de los hombres del conurbano más alineados con la Casa Rosada. Peroaunque el camporismo haga gala de sus dirigentes jóvenes, parece que a Álvarez no le quedó más remedio que recurrir a la vieja guardia dirigencial del histórico Manuel Quindimil para edificar el armado en su territorio.
La estructura de Quindimil, quien fuera ocho veces intendente de Lanús, empezó a desmembrarse cuando Díaz Pérez le arrebató el sillón municipal, en el año 2007. El actual intendente llegó de la mano de Cristina Fernández de Kirchner, con promesas de oxigenación, tras décadas de reinado de “Manolo”. La vieja dirigencia quedó repartida entre la nueva administración y la periferia.
Entre los peronistas leales a Quindimil– que murió en diciembre de 2008 – y algunos que se fueron pasando de bando surgió parte de la oposición interna a Díaz Pérez, que hoy trabaja para desbancarlo, ya sea desde las filas de Alvarez y también del ex presidente de Lanús y referente de Sergio Massa en el distrito, Nicolás Russo.
En el armado de Alvarez se cuentan, entre otros, María del Carmen “Maruja” Bodeló, ex concejal del PJ en tiempos de Quindimil, cuya casa fue allanada en 2007 por la policía, que encontró drogas y armas de grueso calibre. Bodeló forma parte del grupo de mujeres “Todas Unidas Triunfaremos”, que ya fue presentado públicamente por el secretario de Justicia. Otros ex dirigentes de Quindimil que trabajan para la candidatura de Álvarez son Gabino Corral y Cristina Daporta, referentes barriales de Monte Chingolo y Barrio La Fe, Irene Ballesteros y Omar López (ahora reconocido camporista, antes duhaldista) que suele aparecer en los homenajes al ex intendente en los aniversarios de su muerte. El secretario de Justicia también tiene entre los suyos a Héctor Bonfiglio, antes quindimilista y luego presidente del Concejo Deliberante, de la mano de Díaz Pérez.
Desde el Frente Renovador, Russo también recogió a varios caídos referentes de Quindimil. La propia sobrina nieta del histórico dirigente, Noelia Quindimil, asoma como posible candidata a la intendencia para pelear en la interna, mientras que José Luis Bianchi, ex secretario de Gobierno municipal durante la gestión de Quindimil, también forma parte del espacio massista. El senador provincial por el Frente Renovador, José Luis Pallares, también es hombre de la vieja guardia de Lanús. Otra parte del peronismo de Lanús milita con el ministro de Hacienda de Mauricio Macri, Néstor Grindetti.
Aunque Díaz Pérez es uno de los intendentes más identificados con el kirchnerismo – y de mala relación con Daniel Scioli, a quien criticó públicamente en los momentos más duros de la pelea entre la Rosada y la administración provincial – mira el tablero distrital con detenimiento, de cara a 2015. Es que el intendente estaría pensando en renovar su mandato, y pretende alinearse con quien resulte ser el elegido de Cristina para la sucesión, pero padece en su distrito la oposición que le arma uno de los jóvenes más mimados de la Presidenta.