El juego de Daniel Scioli para afianzarse en la interna del Frente Para la Victoria es la relación, en un principio, con los intendentes de los distritos más importantes de la provincia de Buenos Aires, territorio con múltiples inconvenientes, que conoce como pocos.
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Gracias al trabajo de su ministro de Seguridad, Alejandro Granados, municipios de peso en el Conurbano, y el interior, avanzaron en un gesto al mandatario, que también teje alianzas con gobernadores de otras provincias para llegar fuerte a las PASO.
Luego de que Avellaneda, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Berazategui, Dolores, Ezeiza, Esteban Echeverría, Necochea, Moreno, Ituzaingó, Tres de Febrero, Florencio Varela, Morón, Tandil y Zárate, se subieran a la Ola Naranja contra la inseguridad, desde las 11, en San Vicente –un distrito cargado de impronta justicialista– se observará otro momento de “victoria” sciolista.
Junto al intendente Daniel Di Sabatino, y el subresecretario de Planificación del Ministerio de Seguridad, Fernando Jantus, el titular del Ejecutivo provincial firmará la implementación de la nueva fuerza de prevención decretada en el marco de la Emergencia en materia de seguridad.
El de Di Sabatino será el decimoséptimo distrito que se suma a un modelo cuestionado por los zigzagueantes legisladores massistas, y los espacios más duros del kirchnerismo, hoy apaciguados por el proceso de reorganización con vistas al 2015.