Con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en reposo, por un cuadro de faringolaringitis aguda, el vicepresidente Amado Boudou viajaría el miércoles a Tucumán para encabezar los festejos por el Día de la Independencia.
Aunque hoy por la mañana el gobernador José Alperovich aseguró que el encargado de representar a la primera mandataria en el acto sería el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora, en el entorno de Boudou aseguraron a Letra P que el vice todavía no recibió ninguna notificación que indique que no debe concurrir al acto. Por el contrario, por estas horas se está armando en la Cámara alta la lista de quienes formarán parte de la comitiva que lo acompañará.
“Por el momento el viaje sigue en pie”, confirmaron fuentes con acceso a Boudou. Aunque la situación procesal del vicepresidente preocupa a la Casa Rosada, el acto por el Día de la Independencia requiere la presencia de la Presidenta o, en su defecto, de quien ejerce la vicepresidencia.
El Gobierno debería buscar, entonces, una muy buena excusa para justificar la eventual ausencia de Boudou en un acto institucional. Por otra parte, según algunos funcionarios, bajarlo de la celebración patria sería el paso previo a pedirle que se tome licencia, algo que la Presidenta se resiste a hacer.
En el Gobierno hay quienes evalúan que mostrar al vicepresidente apenas unas horas antes del partido en el que la selección argentina disputará la semifinal del Mundial frente a Holanda tendrá un impacto mediático absolutamente bajo.
La participación de Boudou en el Tedeum junto al gobernador Alperovich y el resto de los mandatarios provinciales – Zamora estuvo presente el año pasado, mientras era gobernador de Santiago del Estero – , y el acto posterior, quedarán absolutamente sepultados en cuestión de minutos por la previa del partido. Y casi quedesaparecerían de escena si Argentina llegara a ganar. En definitiva, el costo no sería tan alto.
Ahora en la Rosada evalúan si el vicepresidente tendrá a su cargo el discurso institucional, si existe la manera de evitar ese momento, o si, por el contrario, se inclina por retirar a Boudou del acto, recurriendo a alguna buena excusa.
La oposición a la carga
El vicepresidente tendrá el jueves una jornada en el Senado, donde tendrá que enfrentarse a la oposición por primera vez tras su procesamiento por parte del juez Ariel Lijo en la causa Ciccone. El radicalismo ya adelantó, en boca de su jefe de bancada, Gerardo Morales, que le leerá al vicepresidente la resolución del magistrado, para que explique su situación. Por su parte, el senador por el Frente Cívico de Córdoba, Luis Juez, anunció que dejará su banca si el vice preside la sesión.