El fútbol tiene la oportunidad de cambiar

Sin dudas el dirigente Julio Grondona fue, con sus aciertos y sus errores, el dirigente más destacado de la historia del fútbol argentino que incluso ha llevado sus influjos al ámbito del fútbol mundial con una fuerte presencia en la FIFA.

Por estos tiempos, sus seres queridos, y un amplio sector del entorno futbolístico lo está velando, por lo tanto lo primero que nos merece es el respeto por la circunstancia de su muerte.

 

Mirando para adelante el fútbol tiene la oportunidad de cambiar. Fueron 35 años de hegemonía de una forma de manejar el fútbol, y lo que quedó absolutamente claro es que el desafío es plantar un nuevo concepto: más dinero para el fútbol, no se traduce necesariamente en un mejor fútbol para los clubes, los deportistas y los hinchas.

 

Una de las grandes deudas que nos dejó el ejercicio de su feudo fue la falta de transparencia que necesita el fútbol para desarrollarse y para dar credibilidad al deporte más popular de nuestro país y el mundo.

 

Los desafíos que quedan por delante para la dirigencia son muchos y la responsabilidad del mundo futbolístico en su conjunto es muy grande. Es indispensable que se revise el estatuto de la AFA en referencia a la elección de autoridades y el requisito más importante debe ser limitar las reelecciones indefinidas, que no le hacen bien a ninguna institución.

 

Las cuestiones de formas son las primeras que deben ponerse en las prioridades del cambio. Y en este sentido, una de las cuestiones que más ha lesionado al fútbol es la injerencia de la política interna en este deporte. Queremos que la AFA respete la cláusula de la FIFA por la que se establece que frente a cualquier intervención del poder político en la institución, la misma debe ser separada de la confederación. Los gobiernos en ejercicio del Estado no pueden ni deben intervenir en los asuntos internos de la AFA, como tampoco debe hacerlo ningún otro poder político.

 

Por último, el gran desafío que afronta la nueva dirigencia es combatir el cáncer que tiene nuestro fútbol que es la violencia y los violentos. Sin dudas, es una de las primeras expresiones que deberán escucharse de aquellos que pretendan suceder a Julio Grondona al frente de la AFA. Tendrán la obligación hacerlo.

 

Halagos y reproches se ha llevado consigo este hombre que ha sabido moverse ágilmente a los largo de los últimos 35 años. Toda una vida. Aquéllos que han dicho que antes de Grondona sólo salían campeones los clubes grandes, les recuerdo que no es cierto. Por ejemplo, River estuvo 18 años sin salir campeón cuando Grondona aún no estaba en la AFA, obteniendo un título recién en el año 1975.

 

Al que muchos llamaban “Don Julio” mantenía un estilo de conducción que nosotros criticamos y los que se enfrentaron lo pagaron con el descenso. Pero el tiempo dirá la verdad de muchas cosas y ubicará al dueño del sillón de AFA en el lugar correcto. Con el fallecimiento del Grondona se cierra una página muy trascendente para la historia del fútbol. Exijamos que la próxima que se escriba conlleve realmente un Fútbol para Todos, pero no para que lo veamos con televisión, sino para que podamos volver a la cancha con nuestros hijos.

 

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