20 Años, ni un día de olvido

Hoy es un día triste. Es un día que nos llena de vergüenza. Es la vergüenza que tras dos largas décadas la impunidad siga aplastando a la justicia. Una justicia que no solo la comunidad judía necesita para cerrar las heridas, también todo el pueblo argentino.

Es evidente que una larga cadena de complicidades y protección, ejercida desde poderes en las sombras, aún se mantiene intacta. Este presente es peor que el vivido en el pasado minutos después de la explosión. Porque en nada se avanzó y en todo se complicó.

 

Pero es tiempo de torcer este nefasto camino y por eso exigimos a los tres poderes de nuestra república que con valentía potencien la voluntad de llegar a la misma raíz de la maldad que asesinó y extirparla para siempre.

 

Son 85 las almas que buscan la paz que solo la justicia puede dar. Pero no están solas. Esas 85 almas están acompañadas por todo el pueblo argentino que no dejará nunca de buscar la justicia, que no descansará hasta encontrar la verdad y que sus fuerzas no mermarán hasta lograr enjuiciar a los culpables.

 

El tiempo no fortalecerá a la impunidad. Por el contrario, los argentinos somos como el agua y el viento que cada día carcome más la piedra de la montaña. Llegará el día entonces en que no habrá lugar alguno en que todos los responsables puedan esconderse, porque no habrá más piedras ni montañas en el mundo que los cobije.

 

Vía de Navegación Troncal
8M

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