El senador Rodolfo Urtubey es, tal vez, el último amigo que le queda a Amado Boudou en el bloque de senadores K. Lon respalda en las estocadas por la causa Ciccone y ahora avisa que planea desembarcar en el Consejo de la Magistratura cuando allí caduquen los mandatos de Marcelo Fuentes y Ada Itúrrez de Capellini en el mes de octubre.
La interna recién comienza porque Aníbal Fernández también mira con ganas al Consejo. El jefe de la bancada Miguel Pichetto se inclinaría por el primero acompañado por María Laura Leguizamon.
El Consejo de la Magistratura tendrá un futuro estratégico cuando el kirchnerismo inicie su retirada del poder y, como siempre sucede, se activen decenas de expedientes contra exfuncionarios. No por nada ya desde febrero el diputado Eduardo Wado De Pedro, entornista predilecto en los atardeceres de Olivos, desembarco para intentar lograr buena sintonía con el estamento judicial.
Rodolfo Urtubey, que es hermano del gobernador salteño, además de haber sido juez se promociona como un moderado “de los que este Consejo necesita para poder funcionar”. Tiene frondosos contactos en el empresariado y en privado no es muy optimista respecto del futuro de su hermano Juan Manuel. Hace poco dijo que Carlos Romero está a tiro de volver a gobernar Salta.
La amistad con Boudou se gestó a fines de 2010 y el origen fue su hermano menor José, que es dueño de Celulosa Argentina y un peso pesado de la UIA. Entre el empresariado Urtubey se dedicaba a promocionar a Boudou casi como el delfín de Cristina. Lo mismo hizo durante meses el CEO de Ledesma, Gerardo Nicholson, aunque este último cuando estalló el caso Ciccone prefirió dejar de jugar al golf con el vice.
El temor más reciente de Boudou es que en los círculos de influencia se escucha cada vez más el dato de que él habría participado de una maniobra irregular cuando tuvo lugar la renegociación de la deuda con los holdouts en 2005. Hay quienes vinculan ese rumor al extraño caso del asesor de Claudio Lozano, Roberto Larosa, que en 2010 apareció como intruso en las cámaras del ministerio de Justicia en una situación nunca aclarada.
El vice ha comentado que Larosa habría recibido pagos por parte de los holdouts. Cheques suculentos similares a los que hoy cobra, aunque nunca lo dirá, la consultora Poliarquía que cada vez parece sentir más la salida de Eduardo Fidanza que se generó cuando estos advirtió movimientos extraños en los gastos de representación de la empresa. El consultor encontró trabajo muy rápido: hoy es uno de los hombres que más escucha Daniel Scioli.