“Promocionar al sector, fomentando no sólo la actividad productiva del mismo, sino también su desarrollo como instrumento del fortalecimiento de la pluralidad, diversidad e inclusión”. Ese mensaje forma parte del Boletín Oficial, que explica la forma en que la Nación perdonará a los medios morosos.
La ayuda, que genera dudas sobre el futuro de los medios oficialistas, exponen una acción que genera polémica por donde se la mire. La cancelación de deudas impositivas, aduaneras y provisionales fue la clave para que el mundo político pusiera bajo lupa la situación de varios Grupos que están lejos de ser los contribuyentes ideales.
Como lo advierten diferentes espacios que representan a los trabajadores de prensa, empresarios utilizan la crisis para justificar el desguace y los despidos como lo sucedido en Mar del Plata con el diario El Atlántico. O la situación de Diagonales, medio del ultra K Sergio Szpolski.
En constante reclamo por el retraso salarial, los periodistas del diario digital platense (que salía en papel) son una muestra de la situación que atraviesan en el multimedio oficialista.
El Grupo Olmos, que protagonizó un escándalo con la polémica venta del medio en la ciudad que maneja Gustavo Pulti al titular de La Capital, Aldrey Iglesias, parecería ser uno de los principales beneficiados. El manejo del diario BAE y Crónica, con una historia compleja por su situación financiera, expone el lobby de la empresa familiar.
Según publica La Política Online, la empresa de los hermanos Olmos influyó para que “les condenen sus enormes compromisos incumplidos con el fisco, que en caso de exigirlos el Estado -como debería ser- los colocarían en situaciones muy delicadas”.
“La presente medida permitirá acrecentar la recaudación impositiva tanto como regularizar la situación fiscal y provisional de los contribuyentes involucrados, facilitando también la difusión de los actos de gobierno de interés general”, se puede leer en una de las consideraciones expuestas en el decreto 852/2014.
El gran gesto oficial
En el momento que presentó un nuevo Sistema de Medición Federal de Audiencia (SIFEMA), Cristina Fernández de Kirchner se refirió a la experiencia periodística del ministro Axel Kicillof, cuando se otorgaban detalles del nuevo sistema de perdón y canje de deuda por evasión impositiva para empresarios de prensa.
Lo que se modificará, específicamente, son las alícuotas del IVA que pagan esas empresas por facturación de precio de tapa y por publicidad. En el primer caso, las escalas serán: hasta 63 millones de pesos pagarán solo el 2,5% de IVA; hasta los 126 millones de pesos, el 5%; y desde los 126 millones de pesos, el 10,5%. En el ingreso por publicidad, pagarán hasta 126 millones el 10,5% y por encima de esa facturación, el monto completo del 21%.
Pero nada deja de tener un dato llamativo. Las deudas que se tengan con la AFIP serán blanqueadas mediante un “sistema de dación en pago de espacios publicitarios y/o servicios conexos en la programación de las emisoras o en sus publicaciones”.
Además, según explica el decreto, “se instrumentará la emisión de bonos por el capital contratado y por el importe correspondiente al Impuesto al Valor Agregado que devengará la facturación de los montos objeto de dación”. Para eso, los deudores deberán conseguir una “conformidad” de la AFIP con la manifestación del compromiso de su situación fiscal, algo “indispensable” para cerrar el acuerdo.
Otra de las cuestiones claves es la utilización de los espacios publicitarios cedidos en pagos. La normativa expresa que serán utilizados “conforme a las necesidades de comunicación institucional” y de “los actos de gobierno que fije la Secretaría de Comunicación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros, sin hacer uso de más del “25 por ciento del total de la deuda” por período fiscal.
A pesar de las justificaciones, resulta curioso para varios empresarios cómo son intimados. “Estar al día parece ser para los giles”, le comentó a Letra P un dueño de un portal nacional, que remarcó la “curiosa” situación de las publicaciones que mantienen la pauta a pesar de tener una gran deuda con el ANSES.