El kirchnerismo puro y el sciolismo fumaron anoche la pipa de la paz y acordaron bajar los niveles de confrontación, frenar las críticas al gobernador bonaerense Daniel Scioli y permitir que desarrolle su campaña sin tener que esquivar fuego amigo.
Participaron intendentes, funcionarios y legisladores del peronismo, hasta donde llegaron también referentes nacionales de La Cámpora. Todos se fueron de allí con un punto de vista común: que el enemigo no está en ninguna de las vertientes del peronismo alineado con Olivos, por lo que la munición gruesa se destinará exclusivamente a los que buscan desviar “el modelo nacional y popular”.
El techo lo puso el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo: habilitó el quincho de La Torcaza, un centro municipal que en los veranos se utiliza para colonia de vacaciones y el resto del año para actividades deportivas.
El paraguas político, en cambio, lo puso el PJ. La excusa del cónclave fue reunir a los principales referentes de la primera sección electoral para empezar a coordinar acciones comunes de cara a las elecciones del año que viene. No es para menos. Esa sección concentra a los intendentes y dirigentes más competitivos del Frente Renovador, incluido el diputado y ex intendente de Tigre, Sergio Massa.
Pero más allá de los asuntos locales, sciolistas y kirchneristas aprovecharon para poner sus diferencias sobre la mesa y encontrar puntos de acuerdo que les permita llegar al 2015, si no es caminando la misma ruta, que al menos no sea poniendo palos en la rueda ajena. “El tema central fue fortalecer el concepto de ´unidad´, ir todos detrás de una estrategia común”, blanqueó uno de los participantes de la reunión.
LetraP habló con 3 de los comensales de la cumbre de Ituzaingó. Uno de ellos fue el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto. “Queremos que nos vean juntos gobernando –arrancó-. Yo planteé que si arrancamos ahora la campaña, nos van a empezar a tirar a los gobernadores los que son candidatos a gobernador, y a los candidatos a presidente los que son candidatos a presidente”.
Curto siguió: “Recién en febrero o marzo vamos a tener todo más claro, porque faltan 16 meses para las elecciones”. Aunque, al final, blanqueó: “Lo que pasa que a veces es difícil parar a algunos compañeros”.
De la reunión participó el referente de La Cámpora, Eduardo “Wado” de Pedro, Juan Ignacio Ustarroz, líder camporista en Mercedes y hombre muy cercano a Wado; intendentes como el propio Curto (Tres de Febrero), el anfitrión Descalzo (Ituzaingó) o Mariano West Ocampo (Moreno); funcionarios y legisladores sciolistas como el secretario de Servicios Públicos, Franco Laporta, el ministro de Salud, Alejandro Collia , la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez y el diputado provincial Guido Lorenzino.
Esperaron hasta último momento a Juanchi Zabaleta”, hombre muy cercano al vicepresidente Amado Boudou y referente de Hurlingham, pero no llegó. La figura de “componedor” se la quedó el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza.
Arrancaron a las 20 y algunos se fueron entrada la madrugada. “Se acordó resolver las internas en las primarias del Frente para la Victoria, en una interna lo más amistosa posible. Pensar más en los opositores que en nuestras diferencias, que en atacarnos nosotros mismos”, aceptó uno de los que llegó a Ituzaingó con el mandato de calmar las aguas. “Fue una charla para ponernos de acuerdo”, aceptó.
“Empezamos una nueva etapa”, se entusiasmó uno de los sciolistas que trasnochó para escuchar hasta el último de los compañeros. “Fue una reunión de mucha camaradería, pero también de mucha autocrítica –amplió-. Fijamos reglas claras. Por lo menos, que antes de atacarnos nos llamemos y evitemos la confrontación pública. El adversario es Massa o (Mauricio) Macri. No está entre nosotros”.