“Todos saben de mi apoyo al proyecto, pero así como está, yo no la voto”. El mensaje contundente de Mario Ishii demuestra los problemas que existen en el oficialismo bonaerense para darle sanción al proyecto de Policía Municipal, que le trajo un enorme dolor de cabeza al vicegobernador, Gabriel Mariotto.
Es que la sesión del viernes dejó en off side al vicegobernador, quien desencajado, le dijo a los integrantes del bloque oficial que todo era “un quilombo”. Sus dichos tuvieron repercusión en dos conferencias que el kirchenrismo y los renovadores dieron para dar las explicaciones de por qué se cayó la posibilidad.
“De nada sirve trasladar la policía a los intendentes si no hay una renovación tecnológica y estructural para mejorarla”, insistió el ex intendente de José C. Paz, quien marca distancia de un proyecto que parece congelarse en la disputa que Daniel Scioli y Sergio Massa mantienen con vistas al 2015.
A pesar de que existe un acuerdo para avanzar, los reclamos de intendentes que responden a Tigre comenzaron a reflejar que la oficialización no sería nada sencillo. Uno de los encargados de reflejar eso fue el mandamás de Junín, Mario Meoni al hablar del financiamiento.
“Desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia me dicen que el proyecto se debe aprobar y que después le van a hacer cambios. Pero entonces, ¿por qué no la modifican antes en el Congreso para que salga bien desde el principio? Es algo que no tiene sentido”, remarcó Ishii por las redes sociales.
“Es inexplicable que un policía deba dejar su arma reglamentaria en la comisaría cuando finaliza su turno. Debemos tener agentes de 24 horas”, volvió a publicar en su cuenta de Twitter.
Lo cierto es que el caudillo justicialista anticipó la jugada en un momento clave, donde los bloques negocian a contra reloj para solucionar un problema que parecía resuelto desde hace tiempo.