Que la Policía Municipal sea una realidad depende del acuerdo entre los Senadores del Frente Para la Victoria y el massismo, algo que ayer se dejó entrever pero marcó diferencias de bloques cuando dos intendentes de cada espacio hablaron ante los legisladores, que terminaron cruzando declaraciones por temas ligados al financiamiento.
El primero en quejarse sobre eso fue el mandamás de Junín, Mario Meoni, quien junto a Malena Baro les pidió rever varias cuestiones que dejan en apuros a los distritos que no estén en las mejores condiciones para afrontar los gastos. Y la respuesta llegó de un “colega” kirchnerista. “El proyecto responde con creces lo que pretendemos y dilatarlo, más allá de lo razonable, puede jugarnos una mala pasada”, aseguró Lucas Ghi, actual intendente de Morón.
Esa dicotomía traspasó los muros de la Legislatura bonaerense. El mensaje que surgió en La Plata llegó a San Isidro, donde Gustavo Posse aumentó las críticas al oficialismo por ponerle trabas al proyecto, en una contradicción interna que expone algunas grietas por reclamar que se implemente la policía local de manera inmediata.
Con línea ultra crítica –exponiendo a sus compañeros– le apuntó a los representantes de la agrupación manejada por Andrés “Cuervo” Larroque y liderada por Máximo Kirchner. “La semana pasada, La Cámpora le impuso a (Daniel) Scioli que los retirados de la Gendarmería y de Prefectura no puedan ingresar a la Policía Municipal”, se le escuchó decir a Posse en Radio Mitre, remarcando la capacidad que existe en su distrito para coordinar el trabajo entre la patrulla municipal y la policía bonaerense.
“¿Cómo no vamos a trabajar todos juntos? Si lo que falta es gente para cuidar todo Buenos Aires”, se preguntó en uno de los medios favoritos para expresarse.
El ex dirigente radical, hoy aliado con el Frente Renovador, trazó una diferencia sustancial con el oficialismo y la certeza que desde su gobierno están trabajando para que la fuerza local sea ley. “Nosotros bregamos que exista la policía de proximidad”, insistió a pesar de que los representantes del espacio que integra son los encargados de plantear en el recinto que se deben observar cada uno de los artículos. “Quieren estafar a la gente y armaron un grupo de boy scouts en lugar de una Policía”, sostuvo Meoni.
Pero los reproches no sólo fueron dirigidos al armado ultra K. El estilo siempre moderado del Gobernador parece disgustarle, ahora, al jefe comunal de la Primera, quien busca marcar terreno dentro de los renovadores en medio de rumores y tironeos por el 2015.
“Scioli, lamentablemente, acordó con la Bonaerense para que todavía no haya fuerza local. En San Isidro hay patrullaje municipal ¿Cómo no vamos a trabajar todos juntos? Si lo que falta es gente para cuidar todo Buenos Aires”, volvió a plantear, sin olvidarse del cupo femenino –siempre reprochando a los camporistas– y pidió no utilizar métodos europeos.
“Es irrisorio que no menos del 50 por ciento (del personal) tienen que ser mujeres. Es una locura en pensar cosas noruegas”, advirtió antes de volcar toda su furia. “La Cámpora tiene un ascendente importante sobre los legisladores del FPV, no quieren ningún tipo de policía. Tienen una mente abolicionista”.
Hoy, desde el mediodía, continúa la tarea de los senadores de cerrar un acuerdo para que todos los intendentes estén conformes y así darle sanción a la medida que se complicó cuando los dirigentes se quejaron por cuestiones claves.