Fernando Espinoza nunca desestimó la posibilidad que le daba ser el titular del Partido Justicialista bonaerense. Seguro, cada vez que se mostraba con otros dirigentes, deslizaba que la importancia de su cargo era fundamental para seguir sumando en el oficialismo provincial.
Encargado de balancear una estructura entre el kirchnerismo duro y los adeptos al modelo que encabeza el gobernador Daniel Scioli, el dirigente del municipio más popular de la provincia de Buenos Aires trabaja para ser uno de los que con mejores posibilidades lleguen a las elecciones del año que viene.
Lo que plantea, desde un pequeño enlatado que circula en las redes sociales, es darle impulso al PJ bonaerense, que normalizó su estructura luego de atravesar momentos turbulentos, con la renuncia de Hugo Moyano en el medio y el peligro de perder beneficios de un partido insignia que es la columna vertebral del oficialismo.
Lo mismo se pudo escuchar a mediados de la semana, en declaraciones a Radio América, cuando el jefe comunal matancero recordó los beneficios que tiene el justicialismo partidario para todos los bonaerenses que siempre confiaron en la estructura que legó Juan Domingo Perón a los adeptos de su modelo social, económico y político.
“El peronismo nació para cambiarle la vida a la gente. Es el partido político más sólido y con mejores candidatos”. Sus dichos, siempre imaginados en el sustento de un espacio sólido, son una muestra de cómo gesta una campaña con gestos a hacia Balcarce 50 y calle 6 en La Plata.
Algo de eso se observa en la adhesión, como la mayoría de los distritos del Conurbano, al modelo que impulsa Alejandro Granados en los municipios más populares, donde en poco tiempo las policías locales transitarán las calles para darle mayor “seguridad” a los vecinos. Junto al funcionario provincial, Espinoza recibió con los brazos abiertos al Ministro que llegó con patrulleros y toda la impronta de la Ola Naranja.
“Estamos acá porque queremos devolverle los vecinos la paz que genuinamente nos reclaman. Trabajamos mancomunadamente Nación, Provincia y Municipio para dar respuesta a nuestros ciudadanos con el objetivo de tener un lugar más seguro”, dijo el dirigente, en otra muestra de la doble ligazón con la Presidenta y el Gobernador.
Acompañado de la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, transitó Junín para seguir desplegando influencia por el interior de la Provincia, en esa jugada de instalarse como potencial sucesor, algo que el diputado nacional Martín Insaurralde, hoy enemistado con el núcleo más duro del kirchenrismo, demuestra cada vez que es consultado. Es que la buena relación con Scioli provoca múltiples especulaciones con el ex intendente de Lomas de Zamora, pero no convence al resto del peronismo que no forma parte de la estructura partidaria.
Lo cierto es que Espinoza, lentamente, vuelve a expresar deseos de candidatura y renueva la disputa pejotista, que se aplacó el día después de que fuera elegido –en lista de unidad– como titular del partido. Ahora, sólo resta esperar quiénes se suben a un proyecto ambicioso.