El acto del 22 de abril anticipó el panorama. Aquel encuentro en el teatro Broadway, de Capital Federal, fue la señal de diálogo entre los representantes del radicalismo, el Gen, Socialismo y el ARI en cada región del país. Río Negro no es la excepción, aunque la complejo escenario provincial genera varias incógnitas.
Como anticipó Letra P, la Unión Cívica Radical convocó la Convención partidaria en la pequeña localidad de Darwin para delinear el futuro inmediato, que tiene como objetivo recuperar el gobierno que le arrebató el fallecido Carlos Soria.
Lo destacable del encuentro, además de anunciar el llamado de elecciones internas al 18 de noviembre, fue la apertura del diálogo con el resto de los partidos que integran –a nivel nacional– el Frente Amplio-Unen. Pero los sectores internos, que marcaron presencia, demostraron la compleja relación entre dirigentes.
Miguel Saiz, Bautista Mendioroz, Horacio Massaccesi, Daniel Sartor y Fernando Chironi (vicepresidente partidario) fueron protagonistas en un evento que busca aglomerar a los espacios que estén decididos a recuperar el gobierno ante la particular actualidad del kirchenrismo, dividido en la dura interna que protagonizan Alberto Weretilneck, Miguel Ángel Pichetto y el intendente de General Roca, Martín Soria. Pero esa oportunidad inmejorable, ante la disgregación del voto justicialista, no parece ser fácil de aprovechar por el notable cuestionamiento apuntado en Saiz y Massaccesi, siempre resistidos por del ARI y el Socialismo.
“Por ahora está todo en veremos. Lo discutiremos en asamblea”, le dijo un dirigente allegado a la senadora nacional Magdalena Odarda a este medio, con total precaución ante el panorama expuesto después de lo establecido el fin de semana por la UCR. La mesura surge por la tirante relación con algunos dirigentes del radicalismo: Massaccesi es el más cuestionadio por el desempeño en la provincia en los últimos años. “No decimos que no, pero tampoco decimos que sí”.
Otra de las barreras es lo planteado desde el Socialismo. A la par que los dirigentes morados, el partido con referencia en Hermes Binner salió a cuestionar las bases políticas moradas en esa región de la Patagonia. Según plantearon en el encuentro en San Antonio, el lanzamiento en la Ciudad Autónoma es “positivo” pero es difícil que se imite porque la UCR rionegrina “está muy lejana al pensamiento progresista” que supo distinguirlo en la gestión del ex presidente Raúl Alfonsín.
La clave gira alrededor del futuro cierre de listas, que en un acuerdo programático compacto, dejaría relegados a los exponentes socialistas, ligados a Juan José Tealdi –el máximo referente–, quien busca posicionarse al 2015 para llegar a la Legislatura.
El rol de Odarda
“Hay que ver quien está mejor, para saber por dónde ir”. Ese es el pensamiento de buena parte del radicalismo que impulsa la alianza, y hasta observan con buenos ojos enlistarse detrás de Magdalena Odarda, quien mantiene una buena imagen.
Ante la realidad del Partido Justicialista (PJ), que puede llegar con tres bloques al año que viene, si no continúa el acuerdo Weretilneck–Pichetto, la posibilidad de llegar con fuerza al 2015 existe. Sólo resta limar viejas asperezas, aunque la tarea de los armadores será más difícil de lo que aparenta.