El juez del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, Mario Alberto Portela, aseguró hoy que el juez federal Pedro Federico Hooft “reaccionó muy fuerte contra el Juicio por la Verdad” que se desarrolló en esa ciudad en 2002. “Tuvimos una reacción muy fuerte desde el juzgado (que presidía Hooft) contra el Juicio por la Verdad en Mar del Plata“, sostuvo Portela, quien resaltó que “medios como La Capital y La Nación contribuyeron con causas armadas que luego fueron desestimadas“.
El magistrado dijo que desde la secretaría del Juzgado a cargo de Hooft y por parte del procurador de la Corte provincial, Eduardo de la Cruz, “se inventaron supuestas vinculaciones mías y de otros jueces y fiscales con la prostitución en Mar del Plata”.
“Siempre se acusó al tribunal y al fiscal de diversas cuestiones como por ejemplo de llamar a prostitutas en Mar del plata y eso se difundía en el diario La Capital y repercutía en muchos lugares, se decía que mi teléfono y el de otros integrantes se usaban para ello”, agregó. Cuestionó que “lo primero que utilizan los imputados es acusar al tribunal, se echa sombra sobre los jueces que tenemos la dicha de juzgar en juicios de Lesa Humanidad, el diario La Nación sobre todo“.
El juez del TOF de Mar del Plata, sostuvo que “el doctor Hooft siguió siempre metiéndose en mi teléfono y diciendo que se hacían llamados que no se hacían”. Hooft está acusado de cometer delitos de lesa humanidad en una causa que le iniciaron el ya fallecido Secretario de Derechos Humanos de la Nación Eduardo Luis Duhalde, organismos de Derechos Humanos y organizaciones políticas.
Portela dijo que “no se logró nada con el habeas corpus, pero después el juez Hooft da un informe en donde decía que el doctor Candeloro había sido abatido al intentar huir de un auto en movimiento. Esto lo conocen los padres recién en el año 80. Y su cuerpo no se pudo recuperar nunca, es un desaparecido”. “Me llamó la atención que cuando se presenta un habeas corpus de que hay un matrimonio detenido, y después uno diciendo que uno de los integrantes fue abatido, al ver tiempo después a la mujer de Candeloro, Hooft no tomara una actuación al respecto“, dijo.
Hooft estuvo acompañado por sus abogados: su hijo Federico y Héctor Granillo Fernández. Enfrente, en la mesa de acusación, estuvieron el subsecretario de Protección de Derechos Humanos, Luis Alén, y los abogados César Sivo, Natalia Messineo y Eduardo Salerno.
Habeas corpus anulados
Por otra parte, al prestar declaración, el abogado Carlos Bozzi recordó su secuestro junto a Tomás Fresneda y Mercedes Argañaraz el 8 de junio de 19977 en un estudio de abogados que ambos tenían en pleno centro de Mar del Plata. Subrayó que después de varios días de estar detenido, “un día me dicen que me van a liberar y me dijeron que si declaraba tuviera en cuenta lo que decía. Y que no buscara a Tomás y a su esposa, y que si yo no cumplía con eso iban a matar a mi hija“. El testigo narró las gestiones hechas por su familia para dar con su paradero, y explicó que “mi esposa inició un habeas corpus en el juzgado de Hooft, fueron a preguntar si había novedades pero no tuvieron respuesta”.
“Pero como a los pocos días a mí me liberan, el habeas corpus queda anulado”, explicó y recordó que “mi liberación salió en la primera página del diario La Capital. Yo creo que fue una excusa para blanquear la situación, ellos dicen liberamos a Bozzi, matamos a tres montoneros y encontramos un automóvil. Sigue la investigación”. “Al otro día en que recupero la libertad, llamaron del juzgado de Hooft para que me presente a declarar. No me presenté porque tuve miedo por la seguridad de mi familia y por mi propia integridad; además consideraba que era un riesgo para la vida de Tomás y su esposa“, dijo.
Finalmente, Bozzi subrayó que “yo con lo que digo no quiero defender a Hooft, sólo digo la verdad de lo que me tocó vivir, la verdad de lo que pasó”.