El primer día hábil de febrero la oposición –encabezada por el comparadista Daniel Seoane- presentó un acta con el número de firmas necesarias para solicitar una asamblea extraordinaria en donde se vote el adelantamiento de las elecciones para junio, pautadas originalmente para diciembre. De las 28 rúbricas, la Comisión Directiva anuló 2 –las de Aníbal Ratti y Juan Castagnola-, en una maniobra rápida que busca anular o dilatar el intento. “Es la primera movida inteligente que hizo el canterismo en estos 2 años que están”, chicanean. De esa forma, el oficialismo –asesorado por sus abogados- respondió inmediatamente a la jugada con la clara intención de estirar lo más que se pueda el pedido.
El panorama es claro: “el oficialismo está muy débil y la oposición es impresentable”. Ese es el diagnóstico en el que coinciden unos y otros allegados al club. Con un Cantero que arrasó en las elecciones de 2011 contra el ex kirchnerista, después ultrasciolista y ahora massista Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, que arrancó su mandato generando muchas expectativas no solamente en Independiente sino también en todo el fútbol argentino por su lucha contra la barra, pero que se fue aislando a medida que fueron pasando los meses de su mandato, soportando más de una decena de renuncias en Comisión Directiva y siete representantes, un sinfín de decisiones deportivas e institucionales desacertadas y nada más y nada menos que con un inédito descenso a la segunda categoría, algo insólito para la historia roja, nunca imaginado por nadie.
La relación de la actual dirigencia con la AFA está rota, la plata de la televisión no entra por estar en la B y el pasivo es insostenible, que terminará siendo cercano a los 500 millones. No hay jugadores del club con perspectivas de futuras ventas y el estadio está a medio terminar. Esta es la realidad, relatada por distintas voces dentro de los pasillos de la institución.
En este contexto el clima es turbulento, con una oposición que lejos de estar a la altura de las circunstancias intenta sacar provecho de un presente paupérrimo, desesperados por agarrar el club en junio, en pleno mercado de pases previo al inicio de la próxima temporada, sin ningún proyecto ni análisis serio de esta gravísima situación institucional, económica y política. Allí está parte de la gente de Comparada: Cristian Mattera, su ex Secretario General; Hugo Barrueco –su ex vicepresidente y actual titular del Concejo Deliberante de Avellaneda, con estrecha relación al intendente Jorge Ferraresi-; y el ya mencionado Seoane, entre otros. “Van por la cabeza de Cantero, van por el motín, no hay un solo proyecto”, le dijeron a Letra P desde Avellaneda.
Y en esa jugada aparece el nombre del titular de la CGT Azopardo Hugo Moyano, que no se decide a lanzarse; es consciente de que hay que poner muchísima plata porque el problema es realmente grave. “Le sacaría tiempo del sindicato y además la imagen que tiene es pésima”, le comentaron a este portal, detallando que quienes quieren convencerlo de que se postule son sus hijos. Lo cierto es que por cómo están dadas las cosas y fundamentalmente tras el 15 de junio del año pasado, si el camionero hubiese querido tener un papel preponderante, ya lo hubiese tenido. Eso no solamente no pasó sino que tampoco firmó el famoso acta. Él además sabe también que no tiene una gran adhesión en los socios, según detallan por el club. Ligado al gremialista está Héctor Maldonado, presidente de la Agrupación Independiente.
Quien salió a hacer declaraciones en los últimos días fue una gloria roja, Daniel Bertoni. Expresó sus ganas de ser presidente pero sin hacer referencia a ningún plan que pretenda acomodar las cosas. Y esa es la constante en quienes han salido a hablar. Aún no hay visualizado ningún candidato de cara a las elecciones y mucho menos se avizora proyecto alguno. Lo que persigue la oposición es tratar de adelantar los comicios para que Cantero se vaya antes de la siguiente temporada y de esta forma contar con el poder para manejar el mercado de pases, advierten en el mundo rojo. “Ellos tiran puntas por todos lados tratando de aprovecharse de cómo está el oficialismo ahora, porque saben que en condiciones normales no ganan por los votos”, declaró a este medio alguien muy cercano al día a día en Independiente.
Así las cosas, hay hasta quienes mencionan al empresario Daniel Grinbank -salvando todo tipo de distancia- como una especie de Marcelo Tinelli en San Lorenzo. Claro está que no es comparable el poder y dinero de uno y otro, pero sí la idea de un nombre propio vinculado al mundo de los negocios que pueda marcar presencia y ayudar fuertemente en términos económicos al club. Pero el productor de espectáculos –fundamental en la victoria del ex presidente Andrés Ducatenzeiler en 2002- no estaría pasando por su mejor momento empresarial, y además no ha mostrado intenciones de ponerse al hombro esta situación. Otro nombre que deambuló fue el del ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia. Fanático de Independiente, el funcionario de Daniel Scioli sigue de cerca lo que pasa, pero ya manifestó a los suyos que no quiere saber nada con ser dirigente, aunque sí está dispuesto a aportar desde afuera.
Mientras tanto, Independiente va comandado a los tumbos, tapando agujeros por donde se pueda, y en definitiva intentando que no se quiebre. Claudio Ciancio -secretario administrativo- junto con Pedro Larralde –secretario general-, son quienes manejan los hilos. El primero incluso ayudando económicamente de su propio bolsillo. Al plantel profesional le deben parte de noviembre, diciembre, enero, aguinaldo y primas, y si toda esta situación no terminó de explotar fue por el impecable trabajo del DT Omar de Felippe, que enderezó el rumbo futbolístico de un plantel que mostró internamente signos de poco profesionalismo, ya desde el torneo final 2013, previo al descenso.
Y acá entra en juego la cuestión deportiva, que no es menor; muy por el contrario, la suerte que corra Independiente en el arranque de esta segunda mitad del Nacional B será clave para definir la historia política e institucional. Si el equipo que hoy marcha tercero en la lucha por el ascenso continúa la buena racha, las aguas se van a calmar y el oficialismo tendrá más aire para estirar el intento opositor de adelantar las elecciones y en definitiva, superar junio. De lo contrario, los malos resultados profundizarán la crisis puertas adentro y ahí el panorama será distinto. Lejos de tirar todos para el mismo lado -como la situación lo reclamaba ya desde antes del descenso-, hoy hay varios que se relamen por sacar provecho de un presente que no se corresponde con un club de casi cien mil socios que ganó todo a nivel mundial, y hoy se arrastra para subsistir.
Matías Moscoso
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