“La alternativa a esta situación es la Policía bonaerense, que se convirtió en una gran financiera porque lo único que vale es cuánto dinero se recauda ahí”. Los dichos de Marcelo Sain, uno de los principales impulsores de que la Policía Municipal tenga apoyo, es el reflejo de una de las tantas posiciones en torno a un tema sustancial para la Seguridad bonaerense.
Como explicara Letra P, la preocupación traspasó el ámbito legislativo y llegó hasta algunos intendentes de peso en el conurbano bonaerense, donde ya plantean una fuerte incógnita sobre quién se hará cargo de la fuerza. Por eso, y como le confirmaron a este medio desde la cartera de Seguridad, Alejandro Granados mantiene por estas horas una importante reunión con los dirigentes para explicarles una serie de cuestiones fundamentales de la normativa.
Pero, además de alguna serie de cuestiones, el aspecto económico es alfo fundamental para los jefes comunales, que buscan no quedar expuestos por una decisión que les otorgará influencia sobre los efectivos que estarán dedicados a prevenir el delito en cada distrito. “No tenemos el dinero para armar la fuerza necesaria, sino habría una Policía Municipal pobre y otra rica. Los distritos que más ingresos tienen, tendrían una buena pero los que no, tendrían una pobre y eso sería bastante injusto”, le explicaba a este medio el titular del ejecutivo en Ituzaingó, Alberto Descalzo.
Con ese panorama expuesto, Granados continúa las reuniones para convencer a los mandatarios que expresan las preocupaciones sobre el avance de la medida. “Tenemos una enorme expectativa para que se resuelva, por eso vamos a buscar una reunión la semana que viene con el Ministro para que nos explicite bien toda la propuesta. Iremos varios intendentes”, anticipaba el mandamás de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Sólo resta esperar cuál será la conclusión del evento, que puede ser sustancial para el futuro de la fuerza que puede ser decisiva en las regiones más delicadas de la provincia de Buenos Aires.